Salón rústico decorado en blanco
Una de nuestras estilistas favoritas, Emily Henderson, nos abre las puertas del salón de su casa de verano, un encantador espacio en el que podemos inspirarnos para conseguir una decoración de estilo rústico, campestre y muy veraniego.
En blanco, con pinceladas de color
Apuesta todo al blanco, y cuando decimos todo, es todo: suelo, paredes, techo, carpintería… Las notas de color puedes añadirlas en muebles auxiliares, complementos y textiles. Como color complementario, utiliza el azul profundo, o sus variedades en turquesa o aguamarina. El color natural de la madera y de las fibras vegetales acentuarán la inspiración rústica de la habitación.
Muebles reciclados y objetos antiguos
Una decoración de estilo rústico chic no está completa sin un mueble reciclado que tiene una segunda oportunidad a través de una restauración o un nuevo uso. Como en este caso: una maleta antigua que se ha pintado de blanco y que, gracias a sus generosas dimensiones, se ha destinado a mesa de centro. Sobre la maleta, otro bello objeto reciclado: un cajón de una cómoda antigua se ha convertido en una decorativa bandeja, con asas de cuerda y remates de latón.
Telas frescas para combatir el calor
Aunque tu casa se encuentre en una zona de mucho calor, no prescindas de las telas para crear un rincón agradable donde leer o dormir una buena siesta de verano. Las telas pueden ser magníficos aislantes que protegen de la luz solar y refrescan el ambiente. Hilo y algodón son, por antonomasia, los textiles más adecuados para mantas, cojines y visillos de verano.
Un punto de verde con plantas
La mejor manera de introducir una nota de verde en casa es a través de las plantas. Como puedes ver en las imágenes, Emily es fan incondicional de las plantas crasas y suculentas, ya que además de decorativas, son muy agradecidas y requieren apenas cuidados. También los cactus son una buena opción, siempre y cuando los tengas fuera del alcance de los niños
Fibras naturales y un toque étnico
Nos encanta el punto étnico que ha creado Emily con esta colección de abanicos de rafia (paipáis orientales) con los que ha decorado el frente de la chimenea. Pero no es el único toque étnico que ha añadido: el puf de mimbre, la alfombra de inspiración árabe, los jarrones orientales, las velas en candeleros de madera… se mezclan con adornos marinos como caracolas, piedras o corales, que rematan una decoración entre mediterránea y colonial, sin dejar de ser absolutamente contemporánea. Proyecto: Emily Henderson. Fotos: Tessa Neustadt.