Casa Nostra, una vivienda ecoeficiente en medio de un jardín
En el municipio ampurdanés de Bordils, se encuentra "Casa Nostra": una vivienda ecoeficiente, sencilla y austera, realizada con materiales nobles, donde no sobra ni falta espacio, y que ha sido construida con un presupuesto ajustado y un equilibrio entre el espacio, la función y el coste.
Con una superficie útil de 130 metros cuadrados, el arquitecto Bernat Llauradó Auquer, del estudio Taller d’Arquitectura, diseñó una casa con dos volúmenes claramente diferenciados. Así, pensando en las necesidades de sus propietarios, estableció una zona más esbelta y cerrada, donde ubicó las estancias de menor intensidad vital, y otra, transparente y horizontal, para los espacios sociales, donde se vive la mayor parte del tiempo, y donde se disfruta de la familia y los amigos.
Conectada con el exterior
Si bien la vivienda se encuentra en una urbanización, para evitar esa sensación, el arquitecto diseñó la construcción centrándose en la propia parcela. Mediante pequeños recursos arquitectónicos procuró que desde del interior siempre hubiera conexión visual con el exterior verde para poder disfrutar del paso de las estaciones, del cambio de color de árboles y plantas, la lluvia, el sol, el viento... un espectáculo constante alrededor del espacio vital de la casa.
Salón y cocina en el mismo espacio
La casa tiene dos alturas. En la planta baja se ubicaron el salón y la cocina, que comparten el mismo espacio, además de un estudio, un dormitorio y un baño.
La vivienda se construyó con materiales nobles, como madera, hierro, hormigón y cerámica, evitando elementos sintéticos. Todos estos materiales requieren de mínimos procesos de fabricación y por lo tanto son de baja huella ecológica.
Ecoeficiencia
La primera planta de la vivienda se reservó para ubicar otros dormitorios, un baño y una zona de estudio, que resumen a la perfección las soluciones arquitectónicas de la construcción.
Casa Nostra tiene un óptimo comportamiento térmico con un consumo muy bajo de calefacción en invierno debido a que se calienta de forma natural con el sol y conserva muy bien la temperatura. Además, cuenta con inercia térmica del suelo para aprovechar el calentamiento natural y con ventilación natural para el verano, y abundante luz natural y protección solar sin sistemas activos, con cortinas y persianas de librillo regulables de madera.
La casa cuenta con sistema gota a gota para regar las plantas, y materiales ecológicos como la madera certificada, el corcho, el aislamiento con celulosa proyectada o los ladrillos cerámicos manuales, además de sistemas prefabricados como las placas del techo de madera, y un microclima que ayuda a regular la temperatura de la vegetación del entorno del jardín.
Fotografías: Adrià Goula.