Una casa rural en Toledo
¡Cómo me gustan las escapaditas de fin de semana en compañía de buenos amigos! El viernes pasado, cogimos el coche y, en menos de dos horas, a unos 140 km de Madrid, nos plantamos en la localidad toledana de Sotillo de las Palomas, en la Casa Rural Marillana. Rodeada por un encinar centenario, nos pareció el refugio perfecto para evadirnos del ajetreo diario.
El edificio, de nueva construcción, recuerda a las antiguas viviendas de labor típicas de la zona: su fachada en blanco y azul; las tejas, los suelos de barro cocido y un patio porticado alrededor del cual se distribuyen cinco habitaciones, una casa independiente para familias y los espacios comunes.
Decoración de aire rústico
Pero no todo iba a ser desconectar. Irremediablemente, no pude dejar de pasar por alto su decoración, en perfecta sintonía con el aire rústico de la vivienda. La propietaria del hotel se encargó personalmente de todos y cada uno de los ambientes: espacios acogedores y familiares, en los que predominan muebles antiguos, que fue adquiriendo poco a poco en diferentes almonedas de la zona, y telas y tapicerías en tonos suaves.
Las habitaciones
Dispone de 5 habitaciones -una de ellas está adaptada para minusválidos-, y de una casa independiente para familias. Si bien en todas domina una increíble sensación de calma y serenidad, me quedo con las que tienen terraza, pues sus vistas al campo son un auténtico lujo.
Los baños
Para los baños, se apostó por recrear una estética antigua, con sanitarios que reproducen diseños de antaño. ¡Inmejorable rincón para volver al trabajo con las pilas cargadas! Casa Rural Marillana. Sotillo de las Palomas (Toledo). Teléfono: 670 268 607. Fotografías: Decoratrix.