Hotel en Cantabria: Posada Villa Esperanza
En nuestro periplo por la cornisa cantábrica, esta semana Decoratrix ha llegado hasta Santander. Más concretamente a Liérganes, un pequeño pueblo balneario que conserva la típica arquitectura de la Cantabria más rural. Allí hemos encontrado el Hotel Villa Esperanza, un alojamiento con un sello muy especial. Enclavado en una finca de 2.500 m² y rodeado de un íntimo y bello jardín poblado de árboles.
Villa Esperanza es un bellísimo edificio de finales del siglo XIX que se ha modernizado convirtiéndose en una posada de incomparable encanto que se integra a la perfección en el agreste verdor propio del paisaje cántabro.
En un interior, muy cuidado, sus propietarios han creado un ambiente de comodidad y confort en unas soleadas y espaciosas habitaciones (ocho en total) más propias de una acogedora casa particular que de un hotel. Nos ha encantado su exquisita decoración donde se mezclan materiales tradicionales como la madera o la piedra con otros más actuales como los paneles de cristal y el acero.
Protagonistas indiscutibles son las ricas telas, que ayudan a calentar los ambientes, y la pintura en tonos claros, que da unidad y potencia la claridad del conjunto. Los complementos también cumplen una función decorativa, tanto las grandes lámparas como las obras de arte que se pueden contemplar en las zonas comunes, firmadas por Fernando Bermejo, dotan de una singular belleza a esta casona tan especial.
Una vez instalados, no es mala idea realizar un callejeo concienzudo por el casco urbano de Liérganes, declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de conjunto histórico. Pasear por sus calles supone hacer un recorrido por la destacada arquitectura cántabra, tanto religiosa como civil, a través de sus casas con fachadas blasonadas, puentes romanos, molinos, palacios e iglesias de gran valor artístico. Los amantes de la fotografía encontrarán aquí un escenario en el que poner a prueba sus dotes visuales. También es un entorno ideal para hacer excursiones a caballo, senderismo, pescar en el río Miera o relajarse tomando los baños en su afamado Balneario (frecuentado por el rey Alfonso XIII, allá por los años 20). Y para los amantes de las curiosidades locales, pedid que os cuenten la verdadera historia del "Hombre Pez" (del que habla el padre Feijóo en su teatro crítico), mientras degustáis un rico chocolate con churros, típico en los establecimientos de esta zona. Para más información podéis contactar con el hotel en www.villaesperanza.net.