Un salón decorado en tonos tierra y azules
Pintar la pared del sofá de un color diferente al de las demás es un recurso que, no sólo está de moda, sino que también ayuda enriquecer la decoración y resaltar las tapicerías; especialmente si éstas son de tonos beis o cremas. Cuando se elige la misma paleta de color para revestimientos y telas, conviene jugar con distintos tonos y texturas, además de añadir pinceladas de contraste que eviten caer en la monotonía. En este salón decorado por José A. Gómez Bornes se eligió un tono marrón grisáceo para la pared del sofá y se pintó el resto en beis. La mesa de centro, realizada en mármol Travertino a poro abierto, es un diseño de Gómez Bornes.
Para lograr un ambiente más personal y aportar mayor riqueza visual, se añadieron pinceladas azules y moradas en la alfombra y los cojines. El sofá, la alfombra y el cuadro son de la tienda Casagrande, en Jerez (Cádiz). En el macetero, un árbol de tronco fino con ramas secas aporta un detalle muy otoñal.
Frente al sofá (no hay un lugar mejor) se colocó un mueble para los equipos audiovisuales. El diseño, de Gómez Bornes, cuenta con espacio para instalar un televisor panorámico de gran formato, el DVD y demás aparatos, y baldas para almacenar discos y películas. Si bien en el salón se combinaron muebles de distintos materiales y acabados, en este caso se optó por laquear el mueble en el mismo tono que la pared donde se apoya. Otro detalle: fíjate en la ventana, en lugar de cortinas se colocaron dos bastidores, a modo de contraventanas, tapizados con una tela estampada, de Ybarra & Serret. Fotografías: Decoratrix.