Un salón clásico en un chalet de estilo minimalista
En un chalet de diseño tan minimalista como éste, nos llevamos una sorpresa. El salón, conectado con la terraza por amplias cristaleras, no se decoró con los criterios que eran de esperar tras ver su espectacular diseño exterior: ni formas rectas ni materiales sobrios ni colores claros y neutros. En él los interioristas hicieron un ejercicio de clasicismo contenido sin perder el estilo radicalmente moderno que impregna toda la vivienda.
El volumen que corresponde al salón está limpiamente colocado entre cristaleras que dan a ambos lados del paisaje, parece que estuviera colgado o suspendido en una línea sobre el horizonte. No hay persianas ni contraventanas, la luz se tamiza con unos estores tipo screen blancos que cuando no están desplegados apenas son una línea blanca sobre el marco de la ventana.
El suelo de la terraza se revistió de lamas de madera de cumaru que se prolonga visualmente hacia el interior, donde el tipo de madera cambia a una tarima de merbau pero manteniendo el mismo despiece y color. Los perfiles de las carpinterías se embutieron en el pavimento para que nada impida el tránsito del interior al exterior. El mobiliario de jardín está retroiluminado y crea una iluminación nocturna espectacular al mismo tiempo que simplifica el mantenimiento y el orden en la terraza.
Para decorar el salón se eligieron muebles con un estilo clasicista pero actualizados. Los sofás son una versión del tradicional sofá chester tapizados en terciopelo de seda gris; los sillones tienen un diseño inspirado en los clásicos Luis XV pero van lacados en negro y con una tapicería de modernas rayas blancas y negras. La mesa de centro es un diseño que me gusta mucho: duelas de roble lacadas en negro de alto brillo sobre una estructura ligera de acero inoxidable.
Las dos consolas gemelas de espejo que se colocaron detrás de los sofás, la banqueta tapizada en capitóné y el acabado plata metalizado del mueble bajo sobre el que se ubica la televisión expresan esa mezcla de clásico y contemporáneo con acabados muy lujosos. Las paredes se mantuvieron en el blanco que impregna todo el edificio y se combinó la paleta de negros, platas, grises oscuros y medios para las tapicerías y el resto de los muebles. La alfombra, de tacto suave, es de pelo largo con efecto seda.
Un detalle del mueble bajo con puertas que carece de patas, va colgado a la pared. En su acabado se combina la laca de alto brillo del sobre con puertas de laca en plata metalizada. Casi todos los muebles que veis en este salón proceden de la tienda El Baúl y de su equipo de diseño. Fotos realizadas por Decoratrix.
