Botes de cristal para tener todas nuestras cosas ordenadas
Unos de los mayores aliados del orden son de origen humilde: los botes de cristal, ya sean los de judías verdes, pepinillos y demás encurtidos, los herméticos o los ya más sofisticados tarros con tapa. Hemos elegido cuatro categorías para hacer con ellos una demostración.
Botes de conservas
Simplemente, con un destornillador o unas tijeras, realiza un agujero centrado en la tapa y pasa el hilo, dejando un cabo largo por fuera. Para tener a mano los hilos y cordones a la hora de cocinar. Nunca más tendrás que revolver por los cajones en busca de la cuerda perdida.
Tarros decorativos
Como los que se usan para guardar algodones, pero con elementos más domésticos, como pinzas y jabón. Estoy de acuerdo con quien afirme: "qué idea más pija". Sin duda. Pero, pensándolo bien, si tenemos el arroz, el azúcar o la harina en tarros ¿por qué iba a ser menos el detergente?
Reciclar botes de aceitunas
Y convertirlos en huchas. Esta idea me encanta para inculcarle a los niños un poco de espíritu ahorrativo. Quizás si ven el dinero que van acumulando, se animen a seguir ahorrado. Quizás.
Reciclar botes de cristal herméticos
Para guardar algunas piezas delicadas, juegos pequeños que se pierden con facilidad o lápices y pinturas, los grandes botes herméticos pueden ser de gran ayuda. Acordaos de que, aunque sean de vidrio, son prácticamente irrompibles. Fotos: Decoratrix.