Monas y huevos de Pascua: ¡muérdeme, que soy una monada!
Cada año al acabar la Semana Santa son muchas las familias que disfrutan las monas y huevos de Pascua, una tradición en Cataluña, Valencia, Baleares y Murcia que, cada vez más, se celebra en otras zonas de España. Durante varios siglos, al llegar la Pascua, los pasteleros cocinaban unos bollos de harina, huevo y azúcar al horno, con uno o varios huevos duros incrustados en la superficie, que el padrino regalaba al niño el Lunes de Pascua. Fue a partir del siglo XIX cuando las confiterías empezaron a realizar las monas tal y como las conocemos hoy en día, en el que los huevos duros han sido reemplazados por otros de chocolate y se comenzó a adornar y llenar de figuras, teniendo poco que ver con las sencillas y tradicionales monas de pascua.
Hoy en día son muchas las fábricas de chocolate que compiten entre ellas para ver quién es el maestro chocolatero que confecciona la mona de pascua más espectacular: el huevo y el roscón han sido sustituidos por figuras de chocolate que van desde el tradicional huevo a gallinas, conejos y otras más imaginativas, como personajes de dibujos animados o campos de fútbol. En la "granja" de Chocolat Factory hemos encontrado todos los animales típicos de la Pascua: huevos, conejos, gallinas, pollitos... Además, son expertos en las monas más espectaculares de estas fechas: la casita de Peppa Pig, castillos de princesa, carrozas, pitufos, trenes...
Platitos y blondas con gallinas o conejos de chocolate con leche o chocolate negro, acompañados de huevos, huevitos praliné y virutas de chocolate blanco. Estas monadas cuestan 15 y 42 €, según el tamaño.
Esta mona, con un simpático osito, es de chocolate con leche, y además de una figurita de Helloy Kitty, lleva pollitos de peluche y huevos de chocolate con leche, blanco y negro rellenos de praliné. Su precio, 48 €.
La costumbre de esconder huevos de Pascua en los jardines de las casas para hacer las delicias de los niños que los encuentran es una vieja costumbre que se inició en el norte de Europa y que se ha exportado a muchos países.
No fue hasta el siglo XIX cuando los huevos de Pascua comenzaron a ser de chocolate. Hasta ese momento, se trataba de huevos de pato o gallina que los cristianos, obligados a mantener la abstinencia cuaresmal, regalaban y conservaban cociéndolos y cubriéndolos con una fina capa de cera. En Chocolat Factory tienen de todos los tamaños y para todos los gustos. Sobre estas líneas, huevos rellenos de figuras, virutas y huevitos praliné, 35 y 50 €, según el tamaño.
No sé los tuyos, pero mis hijos están deseando que llegue el Domingo de Resurrección para salir al jardín en busca de los huevos de chocolate, sorpresas y demás regalos escondidos por el conejo de Pascua.
Además de huevos y pequeñas sorpresas, en Chocolat Factory tienen piruletas de chocolate blanco, negro y con leche con forma del conejo de Pascua (3,50 € c/u). ¡Me encanta esta tradición! Y si no tienes jardín, "no problem", seguro que el Conejo de Pascua encuentra más de dos y tres escondites dentro de casa. El caso es entretener a los niños, ¡y divertirse con ellos! Fotografías: Decoratrix.
