Adiós a la moda de las mesas sin mantel
¿Con o sin mantel? Ésa es la cuestión. Desde hace algún tiempo, la idea de dejar la mesa desnuda ha ido ganando adeptos, quizás siguiendo esa estética o manera de decorar la mesa que veíamos en algunos restaurantes.
Apreciar la belleza de la madera o conseguir un look natural e informal suelen ser los principales argumentos de esta ausencia de manteles que, según un estudio reciente, oculta una práctica poco higiénica, ya que la carga de bacterias en la superficie de la mesa es 37 veces mayor que sobre un mantel de tela.
La pregunta es ¿vale la pena seguir ciertas tendencias sabiendo que podemos llegar a estar facilitando el aumento de bacterias en la mesa? Félix Martí, director general de Resuinsa, destaca que “los restaurantes españoles están dejando ya esa moda y volviendo al textil para ofrecer calidad y confort. Nosotros lo hemos detectado en las peticiones que nos realizan los profesionales”.
Un textil para cada ocasión
Lo cierto es que si hace unos años, les hubieran dicho a nuestras abuelas que no vestir la mesa de comedor estaría de moda, se hubieran llevado las manos a la cabeza, tanto por cuestiones higiénicas como por la presencia que gana cualquier superficie con un textil; ya sea un mantel, un individual o un camino de mesa.
Así, desde Resuinsa, indican que en la hostelería de nuevo se pone en valor el textil para las mesas, como sinónimo de calidad, sea con un mantel completo, un mantel individual o un camino de mesa. “El uso de textiles dependerá de la propuesta gastronómica del establecimiento y del ambiente que se quiera diseñar. Así, según el tipo de restaurante, se vestirán las mesas con mantel, con cubre y mantel, con un camino de mesa o con un sencillo mantel individual”, apuntan desde la compañía. Como destacan, “todos los textiles tienen en común la virtud de aportar confort, diseño y calidad al establecimiento, jugando con los colores y texturas; siempre teniendo en cuenta la decoración en función de las tendencias del momento”.
En línea con la decoración
Los textiles nos ofrecen la posibilidad, no sólo de realzar la vajilla, sino también de vestir la mesa siguiendo la estética y la gama de color de nuestro comedor, igual que ocurre en los restaurantes de moda.
Lo cierto es que, gracias a la enorme variedad de manteles que encontramos en el mercado, es fácil dar con la mantelería que mejor encaje tanto con el resto de la decoración como con el tipo de evento o celebración para la cual vayamos a poner la mesa (un cumpleaños, un fiesta infantil, la cena de Nochebuena, una cita romántica…).
Como asegura Félix Martí, “un mantel de tela apropiado puede ser el centro de una propuesta de interiorismo, o acompañar cualquier ambiente que un restaurador quiera trasladar al cliente. Cada decoración merece un mantel. Solo hay que pensar que en cuanto una persona se sienta en un salón, lo primero que le entra por los ojos y por el tacto es la mesa, y si está vestida puede trasladar muchos valores estéticos y de comodidad”, explica Martí. A ello añade que “como refleja este estudio en el que se emplearon nuestros productos, no se trata solo de una cuestión de imagen, sino que se confirman sus beneficios higiénicos”.
Y para un presentación perfecta…
Pon el toque final a la decoración de la mesa con unas servilletas de tela a juego con el mantel, elementos imprescindibles en cualquier comida. Colócalas al lado del plato o encima de éste, pero evita presentarlas dentro de la copa o el vaso.
Al respecto del valor que tiene la mantelería en la restauración, desde la Asociación Española de Gobernantas de Hotel y Otras Entidades (ASEGO), su presidenta Lorena Moreno opina que “cada espacio gastronómico requiere un tipo de mantelería y servilleta, que aporte un valor añadido a la experiencia gastronómica”.
Martín Berasategui, chef con 8 estrellas Michelin, sigue vistiendo las mesas en la gran mayoría de sus restaurantes. “El mantel parece una pieza más de la mesa, pero para mí sigue siendo sinónimo de calidad y elegancia”, explica Berasategui. “En cualquier hogar de España se come con mantel, así que, cocina casera de calidad, materia prima, y mantelería son inseparables. Además, no hay nada como una mesa vestida con un mantel de máxima calidad, que transmita confort, calidad…, yo creo que al mantel nunca se dejará de emplear”, resalta el chef.