Una cocina pequeña bien planificada
Crear un espacio bien aprovechado, sin estorbos visuales, con un toque de estilo que dé carácter a la cocina es fácil cuando sobran los metros. Pero si escasean, la cosa ya se complica un poquito. Definitivamente, el tamaño sí importa. Además de planificar muy bien la distribución para optimizar al máximo el espacio y ganar zonas de almacén, habrá que buscar acabados visualmente ligeros y, en muchos casos, optar por módulos y electrodomésticos de dimensiones especiales, de 40/45 cm de ancho en lugar de los 60 cm habituales.
Aligerar la cocina
El blanco es el color más utilizado en muebles de cocina porque ayuda a ampliar visualmente el espacio y, además, da sensación de limpieza. El único inconveniente es que puede resultar frío o soso, algo que no ocurre en esta cocina, en la que se combinó con módulos y complementos en rojo.
Ojo al detalle de la encimera: se dejó volada en la pared que quedaba prácticamente inutilizada por la apertura de la lavadora para contar, al menos, con una superficie de apoyo extra. Muebles y encimera (1.950 €), de Ikea. Papel vinílico (51,55 €/rollo), de la firma Gancedo.
Aportar personalidad a la estancia
Jugar con el color de los revestimientos es una solución perfecta para romper la monotonía de los armarios. Una idea es elegir materiales en tonos que contrasten y armonicen con el acabado del mobiliario y con el de la encimera. Aquí, rojos y grises ayudan a realzar la decoración y crean un contrapunto cromático moderno.
Materiales adecuados
En lugar de optar por los clásicos azulejos, se eligió un papel vinílico estampado que se sale de lo normal y que se protegió con una plancha de metacrilato en la zona más expuesta a salpicaduras de grasa. Para evitar el engorro de levantar el suelo de baldosa deteriorado, se optó por cubrirlo con unas losetas vinílicas de 45,7 x 30,5 cm.
Cuidar los complementos
Por supuesto, los complementos y demás accesorios, coordinados. Botella con tapón antigoteo (38,35 €) y tetera con funda de neopreno (75,60 €), de Eva Solo; utensilios en acero y nailon (desde 6,90 €), especiero (41 €), cubo de basura (63 €/12 l) y botes de acero con acabado antihuella (12 €/1,4 l), de Brabantia.
Proyectar la distribución
A la hora de distribuir los muebles y electrodomésticos en la cocina, los profesionales de la decoración siguen un esquema lógico, en el cual destaca el triángulo de trabajo; una línea imaginaria que determina la distancia más cómoda entre el fregadero, el frente de cocción y el frigorífico.
Está claro que la planta y dimensiones de la estancia, así como la ubicación de puertas y ventanas, determinarán la posición del triángulo. En esta cocina, cuadrada y de unos 6,5 m², se optó por una disposición en forma de U; así se aprovecha mejor el espacio.
En la pared que queda justo en frente de la entrada, se situaron la placa y el fregadero, mientras que el frigorífico se colocó a la izquierda de la puerta, en un entrante de la pared. Fotografías y plano: Decoratrix.