Decorar con radios antiguas
De vez en cuando, me gusta salir de tiendas por los anticuarios y rastros de mi ciudad. La mayoría de las veces, no voy con la intención de comprar sino de disfrutar con la contemplación de esos objetos antiguos y curiosidades tan frecuentes tiempo atrás en nuestras casas y que hoy nos producen tanta fascinación como nostalgia.
Es curioso como esas piezas de las que hace algunos años nos deshacíamos por haberse convertido en trastos inútiles y obsoletos: máquinas de escribir, teléfonos de rueda, tocadiscos, radios, relojes despertadores..., hoy en día se hayan convertido en objetos cotizados en mercados, ferias de desembalaje y tiendas vintage.
De entre todas esas piezas, sin duda, las radios antiguas se han convertido en un complemento decorativo destacado, y no sólo para coleccionistas y amantes de los estilos retro y vintage. Ya sea comprada o recuperada del "baúl de los recuerdos", las radios de mediados del siglo XX son piezas únicas dignas de admiración que encajan en cualquier ambiente moderno.
Radios de gran formato
Para que luzcan en todo su esplendor, a las radios grandes hay que crearles su propio espacio y dejarlas solas, con el fin de darles el máximo protagonismo y no recargarlas con otros elementos que distraigan la atención. No importa si funciona o no, estamos hablando de decoración, así que lo importante es que destaque y una radio voluminosa ya es una pieza con mucha fuerza, que llenará por completo el espacio. Si acaso, se puede acompañar con algún otro objeto como plantas o libros.
Radios pequeñas
En cualquier espacio de la casa (el salón, el dormitorio, el baño o la cocina) se puede acomodar una radio antigua. Siempre habrá una balda, una mesita auxiliar, un aparador o, incluso, un hueco en la encimera de la cocina que pueda acoger nuestra radio. Si además, resulta que es un modelo antiguo bien cuidado, puede que funcione a la perfección y se convierta en un aparato muy práctico para disfrutar de buena música en nuestros ratos de ocio o escuchar nuestros programas favoritos, mientras realizamos las tareas domésticas.
Para coleccionistas
Dicen que los apasionados por la radios antiguas suelen caer en el coleccionismo. Si este es tu caso, lo ideal es que las coloques todas de forma visible en un mismo espacio. Si son muchas, lo ideal es destinar una librería o vitrina para tenerlas todas juntas, en una especie de mini museo casero que hará que luzcan mucho más.
En caso de contar sólo con unas pocas piezas, se puede destinar parte de un mueble, de una librería o de una estantería y colocarlas acompañadas de otras piezas de colección: recuerdos, fotos de la época, libros antiguos o información que las complemente sobre su origen o su diseñador.
Radio retro y funcional
Si leyendo este post te apetece decorar algún rincón de tu casa con una radio retro, pero no conservas ninguna en el trastero, siempre tienes la posibilidad de adquirir una de nuevo cuño. A mí me encanta este modelo de Evoke Mio, todo un clásico creado por la diseñadora Orla Kiely, que ha hecho de esta radio de líneas retro un auténtico artículo de los años 60 del siglo pasado.
La combinación de materiales, estampados y colores consiguen recrear una estética totalmente sesentera, pero con unas características técnicas propias del siglo XXI, ya que cuenta con cuenta con unas 30 estaciones de radio programadas, una batería de hasta 24 horas, entradas para iPod y USB, un despertador con alarma y hasta un temporizador de cocina.