Cómo pintar una pared de un solo color
Nos encantan las paredes blancas, pero a veces también es necesario darles un golpe de color. Os mostramos siete imágenes de cómo pintar una pared de un solo color en habitaciones donde predomina el blanco. Es un efecto decorativo con gran impacto visual que realza la decoración. Pero ¿dónde aplicar el color y qué tonalidades funcionan mejor? Empezamos por el naranja, un color que aporta vitalidad, energía y alegría a la decoración. Como muestra, este salón con una estantería de obra, que prolonga el color del suelo sintético naranja.
Color en el fondo de la estantería
Otro ejemplo donde se ha aplicado color en el fondo de la estantería es en este comedor, donde el rojo resalta los objetos blancos que hay sobre las baldas. Resulta especialmente atrevida la mezcla con las sillas pintadas en azul turquesa.
Color en los muros divisorios
Nos ha encantado este salón con cocina semiabierta, separada por muros pintados en colores texturados: amarillo canario y rosa palo, un guiño a la paleta de color del arquitecto mexicano Barragán. Una buena idea para dotar a cada ambiente de su propia personalidad, sin que resulte excesivo, efecto atenuado gracias al frente acristalado por donde entra luz a raudales.
Marcar la forma del techo con una pared de color
Es lo que se hizo en esta vivienda con tejado a dos aguas, que dejaba a la vista una gran superficie de pared. De esta manera, aplicando un atractivo color coral se redujo la amplitud del techo y se dio vida a un espacio en donde predominan los colores neutros.
Color en módulos transformables
Diseñado por la arquitecta japonesa Yuko Shibata, este módulo librería, de Plywood, cuenta con una puerta que se abre como un libro y comunica la habitación del salón. La idea la tomó de los fusuma, los paneles divisorios que se utilizan en las casas japonesas tradicionales. Con este sistema, logró crear una zona de trabajo dentro de un apartamento muy pequeño, que independizó, además, pintando el módulo de verde lima.
Y más naranja...
No cabe duda de que es el color complementario más amado por los decoratrixes: como dijimos, es alegre, energético y empata muy bien con colores neutros, como el gris o el tono de la madera clara. En este dormitorio protagoniza una pared lateral, pero además, está replicado en la ropa de cama.
Delimitar una zona de almacenaje
Ya os lo comentamos en el post que publicamos la semana pasada sobre alacenas abiertas: el color de la pared es fundamental para crear una zona de almacenaje a la vista, a modo de expositor. En este rincón, se colocaron baldas de cristal para tener el menaje entre el comedor y la cocina, y se delimitó con un tono elegante azul plomo, que realza las piezas de loza, cristal y porcelana. Todas las imágenes son de Dwell.