Cocina blanca y gris de estilo moderno con comedor clásico
¿Qué estilo decorativo quieres para tu cocina? Si te gustaría recrear una estética moderna, lo mejor es elegir muebles lisos, de líneas depuradas, sin tiradores, y, por qué no, combinar acabados diferentes. Adiós a las cocinas monótonas: las últimas tendencias apuestan por alternar al menos dos colores. Así se hizo en esta cocina blanca y gris, un espacio moderno y elegante con una planta estrecha y alargada que se resolvió con una distribución en tres frentes: las zonas de fregadero y cocción se ubicaron en forma de L, y el horno, el frigorífico y una zona de despensa, en la pared que queda junto a la puerta de entrada a la cocina.
La distribución más adecuada para una cocina de planta rectangular es la disposición de los muebles en forma de L. En esta cocina, diseñada por Cecilia Dupire, de Cezign, en la pared más larga se instaló la zona de trabajo, que incluye la placa de cocción y muebles altos; el fregadero, con el lavavajillas, se colocaron debajo de la ventana y el frente que quedaba libre de muebles se reservó para ubicar una zona de comedor de diario, con una mesa pegada a la pared y cuatro sillas.
Para la zona de comedor se eligieron muebles de madera en tono natural de estilo clásico. El contraste de estilos es una solución perfecta para delimitar visualmente este ambiente de la cocina propiamente dicha.
¿Por qué limitar la decoración de la cocina a un solo color? Con la combinación de muebles de dos colores diferentes, además de ampliar las posibilidades estéticas, se logran decoraciones más personales. Según los colores y sus tonalidades se conseguirán efectos muy variados: ambientes armónicos y relajados, contrastes fuertes y sobrios, cocinas vitales y alegres... En esta cocina, se apostó por blanco y gris para obtener una decoración moderna y vanguardista. Otra idea es elegir muebles en el mismo color, pero en diferentes tonos. En cualquier caso, para acertar en la elección del color, lo mejor es valorar las dimensiones de la cocina y la luz natural que recibe.
Cuando se opta por un frente uniforme, continúo, se logra ganar amplitud visual. Es el caso de esta cocina, cuyo frente de cocción se equipó con módulos de cajones. Una solución que multiplica las zonas de almacén.
La pared que queda junto a la entrada a la cocina se reservó para instalar armarios de suelo a techo, un módulo columna para el horno, y el frigorífico.
La cocina cuenta con una zona de despensa, entre el horno y el frigorífico, que se equipó con un armario y bandejas extraíbles.
Una forma de ocultar los electrodomésticos y conseguir que queden integrados con el resto del mobiliario es panelarnos en el mismo acabado de los muebles. También existe la posibilidad de escoger electrodomésticos integrables, como en el caso de esta cocina, con el frigorífico y el lavavajillas totalmente ocultos, integrados en el resto del mobiliario, con una puerta como los demás muebles.
Cuando la cocina es un espacio abierto al resto de la casa, el cambio de suelo puede ser muy brusco. Uno de los materiales que puedes elegir si quieres que tu cocina tenga el suelo de parqué, es por el sintético especial para zonas húmedas, un tipo de suelo que no contiene madera y, por tanto, es resistente al agua. Si esta opción no te convence, también puedes optar por la madera natural, que dará a la estancia un toque cálido, natural y muy acogedor que encaja perfectamente con diseños modernos, como el que muestra la fotografía. Hoy en día existen tratamientos a base de barnices especiales que pueden hacer que este material no absorba el agua. Se trata de productos que impermeabilizan la madera, cubriendo todos los poros. Fotografías: Cezign a través de Freshome.