Casitas de playa en Trancoso, Brasil
Parafraseando una conocida campaña publicitaria, al ver esta casita de playa, se me viene a la cabeza: "No es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita". Desde luego, algo hay que tener o necesitar, de momento, un trocito de tierra en una de las paradisiacas playas de Brasil, más específicamente, en Trancoso, en Bahía, al norte de Río de Janeiro. Esta casita pertenece a un excepcional complejo hotelero llamado Uxua Hotel, aunque de complejo no tiene nada, ya que su filosofía es precisamente todo lo contrario, la simpleza en todo su esplendor.
Uxua está formado por nueve casitas, pero no hay una recepción, ni un centro social que altere la sensación de estar dentro de una pequeña comunidad. Su propietario, Wilberth, tardó dos años en construir estas pequeñas casas, manteniendo intacta la morfología constructiva de las casas de la zona.
La zona de Trancoso, junto a la desembocadura del Río Verde, es una pequeña localidad aún muy virgen, donde la carretera llegó hace apenas 15 años. Su aislamiento, clima, exuberante vegetación y una comunidad indígena muy genuina la han convertido en un lugar excepcional, libre y natural, apartado de todo tipo de locura urbana.
Para la realización de las casitas, Wilberth empleó a artesanos de la zona, quienes le ayudaron a realizar las singulares construcciones a base de madera y hoja de palma. También utilizó materiales reciclados y abandonados de grandes fincas brasileñas.
A Wilberth le gusta referirse al estilo creado en las casitas como "rústico modernista", ya que dentro de la evidente rusticidad, se han incorporado "amenities" como sauna, televisor, DVD, wifi, etc., para quienes no puedan vivir sin estas moderneces, aunque los más rústicos pueden apañarse con un abanico en el techo.
La piscina, alrededor de la cual se encuentran la cabañas, goza de total privacidad gracias a su jardín tropical. Además, tienen personal de limpieza, de cocina, un restaurante con comida de la zona y una serie de servicios, siempre y cuando el cliente los desee. Porque en Uxua nada es obligado, todo es opcional, libre e independiente.
Y muy cerca, está la playa, en la que hacer submarinismo es uno de sus atractivos principales, aunque también organizan paseos a caballo, excursiones a la selva, pesca deportiva, windsurf... y fútbol, ya que la comunidad de Trancoso es muy aficionada al deporte nacional. En definitiva, Uxua ofrece una estadía paradisíaca en uno de los lugares más bellos y vírgenes del planeta. Para quienes os haya picado el gusanillo y queráis saber los precios, podéis entrar en esta página y averiguar si este verano el presupuesto os alcanza para regalaros un viajecito a Trancoso: www.welcomebeyond.com