Un salón y dos distribuciones
Hoy os mostramos un salón pequeño distribuido de dos formas diferentes. En la primera opción, la zona de estar se colocó junto a la ventana y el comedor a la entrada, ligeramente adosado a la pared. Para separar ambos ambientes, una librería sin fondo muy ligera y de diseño geométrico que permite el paso de la luz. Es una distribución práctica, la zona más vivida se instala junto a la luz natural. A la zona de comedor, al tener un uso menor, se le reserva un lugar de paso.
Aunque a veces la practicidad está algo enfadada con la estética. Esta segunda opción es menos práctica, la zona más luminosa se dejó como un reservado para el comedor y la zona de estar se instala en el centro neurálgico del salón. Tras el sofá, que no está totalmente pegado a la pared, se instaló una librería de módulos altos y bajos. Sin embargo, a mi me gusta más esta distribución, ojo, que me guste no quiere decir que sea la que mejor funcione. Pero a veces es importante la sensación visual del espacio, la combinación de vacío y lleno para encontrarse bien en un lugar.
De este salón me gusta también la mezcla de estilos y materiales de sus muebles. Laca blanca, acero inoxidable, piel o simil piel también blanca y la textura natural de la alfombra de pelo que le da calidez a todo el conjunto. El color se utiliza solo en masas pequeñas y en accesorios: cojines, plaids y unos visillos vaporosos en rosa fucsia.
Todos los muebles guardan consonancia en cuanto a acabados y colorido. Esto potencia los elementos más sofisticados, como la lámpara Bourgie de Kartell o el espejo de estilo neo barroco con marco de cristal negro. En este salón se pensó mucho cada elemento pero tiene detalles informales que me gustan como la baldita en la pared donde se apoyan libros y cuadros y te permite ir cambiando la decoración de la pared de cuando en cuando. Fotos: Decoratrix.