Un dormitorio con vestidor
En decoraciones en las que predominan las tonalidades neutras, como las que se eligieron para revestir las paredes de este dormitorio, los complementos verdes (cortinas, cojines y plaid) te ayudarán a crear una atmósfera llena de vida, fresca y limpia. Me gusta el detalle de la librería: se realizó junto a la cama para aprovechar el retranqueo de la pared. Cortinas de seda, visillos de tul y plaid, de Maison de Vacances.
Cuando los metros escasean y las dimensiones del dormitorio obligan a colocar una mesilla pequeña, en la que apenas hay sitio para una lámpara, los apliques son la solución perfecta. Lo ideal es que se trate de un modelo articulado que permita dirigir el haz de luz según las necesidades, especialmente si te gusta leer en la cama. Aplique, de B.Lux.
A los pies de la cama, una butaca descalzadora. Las caídas, con pinceladas naranjas, malva, verde lima y rosa, marcan la decoración de este ambiente.
Una puerta corredera comunica el dormitorio con el vestidor. Con este tipo de puertas se ahorra espacio, pero mucho más los diseños que, cuando se abren, quedan empotrados en el tabique, ya que no restan superficie a ninguna de las dos estancias. Vestidor realizado por el Estudio de Interiorismo de Mamen de la Concha, y realizado por Carpintería Cano.
Y otra, de cristal traslúcido, independiza el cuarto de baño: facilita el paso de la luz y, al mismo tiempo, mantiene la privacidad. Fotografías: Decoratrix.