Un dormitorio renovado
No necesitas grandes desembolsos par dar una aire diferente a una habitación. El cambio de unos cuantos elementos bastaron en la transformación de este dormitorio realizada por el equipo de estilistas de Decoratrix y que ahora nos cuentan con todo detalle. Fue fundamental la acertada elección del mobiliario y los materiales, basada en una gama de tonos neutros, muy combinables con cualquier paleta de color. En este caso, nos inclinamos por una gama de verdes y amarillos, pero podría haber sido cualquier otra. Las mesillas y la cómoda de cajones en acabado wengé y el suelo de madera rojiza se suavizan y equilibran con el armario de puertas de cristal tintado en blanco. Para conseguir mayor luminosidad, decidimos cambiar la funda nórdica en tono chocolate por una blanca más delicada, y los toques de color en los cojines y la manta aportan elegancia y sutileza.
Un gran espejo apoyado en el suelo junto a la cómoda no dejaba respirar la decoración. Sin embargo, observamos que el frente de la cama estaba desnudo. Por ello, decidimos colocar el espejo en horizontal a modo de cabecero, así se consigue dar una mayor profundidad a la habitación.
En el lugar que ocupaba el espejo, colocamos la cómoda, que ganó así protagonismo, y la combinamos con un espejo de ante con la idea de crear una composición más equilibrada y proporcionada. Los muebles en madera de wengé son de Merkamueble; el suelo de madera umaru, de Entarimados Singulares; el armario empotrado es un modelo de MD Armarios; y el espejo de ante se adquirió en La Esmeralda. Todos los textiles proceden de la firma Textura (desde 8,90 €). Fotografías: Decoratrix.