Un dormitorio de película
Muchos tenemos el sueño secreto de tener algún día un dormitorio de película. Parecido a la suite de un hotel pero menos impersonal, con espacio y posibilidades de aplicar nuestras propias obsesiones, ya sean audiovisuales, cosméticas o indumentarias. Este domitorio es de ese tipo, hay espacio para todos tus sueños.
Semejante a un cubo blanco de paredes inmaculadas y un seductor suelo acrílico, este dormitorio es el resultado de una laboriosa reforma que unió dos habitaciones: la antigua cocina (donde ahora está la zona de descanso) y una pequeña habitación (donde ahora se encuentra el vestidor).
Todos los muebles fueron realizados a medida, incluso la cama con cajones. El cuadro sobre el cabecero, de Rafael Erice, está enmarcado en una hornacina que oculta una cálida iluminación. La silla y los baúles son herencias de la familia.
La zona del vestidor también es inmaculada: muebles hechos a medida y laqueados en blanco y un espejo de techo a suelo para despejar todas las dudas. El color blanco es muy resultón en los vestidores: ordena visualmente el caos habitual en esta zona. Pero en este caso están muy bien pensados los huecos y compartimentos para cada tipo de prenda precisamente para evitar que de pereza ordenar. Un acierto el banquito-zapatero, perfecto para calzarte cómodamente y para dejar cosas encima en los momentos de indecisión.
Al fondo, se puede ver la ducha del cuarto de baño contiguo a la habitación. Otro día os hablamos de él, porque merece su post aparte. Dormitorio diseñado por la decoradora María Manso y muebles laqueados en blanco, realizados a medida por Muebles Maestro (Patricio Molinos; tel. 629 109 247). Fotos: Decoratrix.