Sillas de diseño nórdico: Arne Jacobsen y Fritz Hansen
Nos encanta el diseño nórdico e, incluso, podemos reconocer algunas de sus piezas más icónicas. Pero, ¿quieres saber más sobre lo que hay detrás de estos diseños? Hoy hacemos un poco de historia a través de cuatro sillas clásicas del diseño moderno, creadas por Arne Jacobsen y producidas por la firma danesa Fritz Hansen. Y aunque se siguen editando en nuevos materiales y colores, mantienen intacto el diseño original que las ha hecho mundialmente famosas.
La silla Ant
La productiva y extensa colaboración entre el arquitecto y diseñador danés Arne Jacobsen y la firma Fritz Hansen comenzó en 1934, pero fue en la década de los 50 cuando su relación fue más fructífera. El lanzamiento de la silla Ant, en 1952, fue un auténtico bombazo en su época: estaba fabricada en una sola pieza de madera laminada curva, lo que significó uno de los avances más importantes en la producción de mobiliario moderno.
La silla Ant (hormiga) fue diseñada originalmente como parte del mobiliario del comedor de empleados de la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk. Hoy, Ant es una de las piezas más icónicas del diseño nórdico contemporáneo. Además de sus líneas minimalistas y forma estilizada, es un asiento sumamente cómodo y adaptable a cualquier tipo de decoración.
Está realizada en chapa laminada y moldeada a presión. La carcasa interior siempre es de madera de haya, pero el laminado exterior puede ser de nueve acabados diferentes: arce, haya, fresno, olmo, roble, pino, cerezo, nogal o roble teñido. También se fabrica en 12 laqueados distintos: blanco, negro, naranja, gris, amarillo, rojo, azul, verde, púrpura, marrón, rosa y celeste. Las patas son tubos de metal cromado y puede llevar 3 patas (serie 3100) o cuatro patas (serie 3101). Todas las partes metálicas como laminadas de la silla pueden ser recicladas.
Serie 7
Bajo esta serie se han desarrollado múltiples diseños: sillas con brazos, ruedas, versión infantil, taburete, etc. Aquí os mostramos el diseño original, sin duda, el más vendido en la historia de Fritz Hansen y que ya ha cumplido 60 años.
La Serie 7 está disponible en diez laminados diferentes: arce, haya, fresno, cerezo, pino de Oregón, olmo, roble nogal, roble teñido oscuro o roble tintado oscuro con laca transparente. A su vez, cuenta con dos acabados: color ceniza o laqueado en todos los colores.
The Drop Chair
La silla Drop (gota) fue diseñada por Arne Jacobsen en 1958 como parte de su obra maestra, el legendario Radisson Blu Royal Hotel en Copenhague. La silla fue producida originalmente, junto con las butacas Swan y Egg, en un número muy reducido: solo 200 piezas para el restaurante del hotel. Tras más de 58 años en hibernación, la firma Fritz Hansen decidió relanzarla en septiembre de 2014.
Se trata de un diseño ligero y sorprendentemente joven y moderno, a pesar de ser del siglo pasado. Su estructura en forma de gota de agua puede ser de plástico ABS, o ir revestida de tela o cuero. Sus cuatro patas cromadas, ligeramente proyectadas hacia fuera, pueden ser también del mismo color que el asiento (sólo en la versión de plástico).
Silla Gran Prix
Por último, otro clásico de Arne Jacobsen para Fritz Hansen: la silla Grand Prix. Fue presentada por primera vez en la Exposición de Primavera en el Museo de Arte y Diseño de Copenhague de 1957, y posteriormente, en la Triennale de Milán, donde recibió el Grand Prix, nombre que sustituyó al original Serie 3130.
Originalmente, la silla se fabricaba solo en madera (asiento y patas), pero hoy se produce también con patas cromadas. Como en el caso de la Ant y la Serie 7, también está realizada en chapa con el interior de haya y modelada en una sola pieza a presión. La chapa exterior puede ser de roble o nogal, y también cuenta con sus versiones laqueadas en negro, blanco o gris, además de la posibilidad de tapizarla en tela o cuero.
Éstos son solo cuatro ejemplos de los muchos diseños que hiciera Arne Jacobsen para Fritz Hansen, que mantiene vigente la obra del gran diseñador danés. Sus piezas se caracterizan por una asombrosa sencillez sin menosprecio de las formas curvas, que le dan dinamismo y ergonomía a sus asientos. Su versatilidad está fuera de toda duda, ya que son piezas que se adaptan a decoraciones modernas, eclécticas, clásicas… Una pieza de Arne Jacobsen nunca sobra. Siempre suma.