Fundas de punto para casi todo
Algunas ideas para tricotar en estos fríos días de invierno en los que no apetece para nada salir de casa, a no ser que sea necesario. Como veréis, se puede enfundar en punto casi absolutamente todo, sólo es cuestión de ponerse a ello.
Para los adictos al té
Proponemos una manualidad sencilla y divertida: realiza unas fundas de punto para la tetera. Los ingleses, los más adictos de todos, las han bautizado con el nombre de "tea cosy". En castellano, un abriguito encantador para que el té se conserve caliente más tiempo.
La primera opción es más informal, la funda se remata con tres graciosos pompones hechos con restos de lana de diferentes colores. La segunda es más clásica, pero no está exenta de encanto. Se realizó en un punto llamado rib mistake y con lana color cruda. Ambas las confeccionó nuestra amiga Marga, nuestra colaboradora en Labores.
No te quemes
Me encantan estas funditas o mitones para vasos, me parece una idea fantástica para esos vasos de cartón que te dan en las gasolineras y que te queman la mano entera. Estoy imaginando la cara del gasolinero mirando como su clienta saca del bolso un guante y se lo enfunda sin inmutarse a su taza de café humeante.
Almohadones calentitos
Esta labor es más sencillita, pero resultona: unos almohadones de punto de jersey en varios colores: grises pizarra, berenjena, malva grisáceo. Muy elegantes y modernos a tono con el color de los sofás.
Fundas de lana para cables
Con casquillos y bombilla incluidas son geniales. Está de ultimísima moda dejar las bombillas vistas y colgarlas de cables muy vistosos, en plan almacén industrial. Estos dos ejemplos me encantan. Y en el segundo ejemplo, el detalle de utilizar una lana de mohair suave me parece total.
Butaca forrada
Y para el final de os dejo la más especial, Una funda de punto de pirineo para forrar una butaca. Es quizás una labor para un invierno muy muy largo pero resulta de lo más apetecible la butaca tras su "transformación", qué buena idea para suavizar esos butacones armatostes y destartalados por el uso que no sabes qué hacer con ellos.