Dormitorio con zona de trabajo y cuarto de baño
¿Cómo recrear una atmósfera serena y relajante en el dormitorio? Conseguir un ambiente elegante, moderno y sofisticado que invite al descanso puede parecer a priori una misión complicada, pero la gama de los colores neutros es siempre una gran ayuda. En este dormitorio, la interiorista Marisa Fuertes recurrió a tonos cremas y beis como base de la decoración en paredes, muebles y textiles, a la que después se añadieron pinceladas de color azul.
De diseño sobrio y depurado, la cama es de madera lacada en el mismo tono de la pared y lleva las mesillas integradas, en el mismo acabado. Se prescindió del tradicional cabecero y, en su lugar, la pared se cubrió con cuarterones tapizados. El tapizado de paredes, además de una solución perfecta como aislante acústico y térmico, aporta un atractivo efecto tridimensional y un aire de elegancia y distinción, a la vez que ayuda a convertir la estancia en un espacio más cálido y acogedor.
La iluminación se resolvió con dos grandes luminarias de suspensión con pantallas de tela a ambos lados de la cama y un par de flexos de lectura sobre las mesillas.
Para romper la monotonía y equilibrio de los tonos neutros, se colocó, junto a la ventana, una butaca tapizada en color azul y la cama se decoró con cojines coordinados con distintos estampados. Con la combinación de telas de estampados diferentes se logran ambientes originales, acogedores, distintos y muy personales. Éstos pertenecen a una colección diseñada por Christian Lacroix para Designers Guild. Sobre la cama, un plaid también en azul.
A los pies de la cama, se colocó una consola de líneas rectas que, gracias a su escaso fondo, no entorpece el paso. Los otros muebles del dormitorio –cama, mesillas y cómoda– eran de maderas diferentes. El estudio de Marisa Fuertes decidió unificarlos con el mismo acabado en el color de la pared.
La habitación anexa al dormitorio, que comunica con el jardín, se reservó para ubicar una zona de trabajo. Para su decoración, se apostó por la misma estética y gamas de color que en el dormitorio, aunque en este caso el azul es el color predominante.
Para este espacio, Marisa Fuertes diseñó una librería con armarios en la parte inferior y baldas, en la superior, y un escritorio realizado en cristal humo, que resulta visualmente más ligero que cualquier otro material. para no ocupar demasiado espacio visual. La silla es el modelo Aluminium Chair de Vitra, uno de los grandes diseños de muebles del siglo XX. Charles y Ray Eames la diseñaron originalmente en 1958 para la vivienda privada de un coleccionista de arte de Columbus, Indiana (EEUU). Con su fino acolchado, se adapta al cuerpo y resulta extraordinariamente cómoda. La alfombra es un modelo de Paola Lenti.
Frente a la mesa de trabajo, se colocó una chaise longue tapizada en capitoné que, cuando es necesario, se utiliza como cama.
El dormitorio cuenta con baño integrado. Para su decoración, se jugó con el contraste de los tonos neutros de suelo y paredes con el color oscuro de la encimera y el banco tapizado. Los revestimientos combinan dimensiones y texturas diferentes, con lo que se logró una decoración visualmente muy rica.
La iluminación en la zona del lavabo es esencial. En este caso, se colocó una lámpara de suspensión sobre el espejo para resolver la iluminación ambiental y evitar que la estancia resultara demasiado fría. Fotografías: Decoratrix.
