Ideas para decorar un ático pequeño y abuhardillado
Un ático pequeño y abuhardillado también puede tener su encanto; sólo hay que dar con la distribución más apropiada del mobiliario y acertar con una decoración personal que, además, contribuya a crear ambientes cómodos y luminosos. ¿Quieres ver cómo se resolvieron ambas cuestiones en esta vivienda?
En Vaasa, una ciudad en la costa oeste de Finlandia, se encuentra este ático de 30 m², que cuenta con un dormitorio, salón, o mini zona de estar, y cocina. El techo inclinado, la viguería vista de madera pintada en blanco y el tragaluz que deja pasar la luz natural al interior, hacen de esta vivienda un coqueto apartamento.
Un mueble pegado a los pies de la cama delimita el "recibidor" del resto de la vivienda. Para ganar amplitud visual, se evitó el exceso de diferentes materiales: paredes blancas y parqué de roble negro aportan sensación de continuidad.
Las ventanas para buhardillas disponen de varios sistemas de apertura, cuya elección varía en función de su ubicación o de la pendiente del tejado: basculate, giratoria, proyectante, que se abre hacia fuera, y lateral, la hoja se abre hacia el exterior, desde uno de los lados. Además, para conseguir más luz, en cubiertas con pendientes pequeñas conviene instalar ventanas alargadas, mientras que en habitaciones amplias son convenientes varias ventanas pequeñas, en lugar de una grande.
En la cocina, los armarios blancos se combinaron con una encimera de madera maciza que se prolonga en ángulo para delimitar la cocina del resto de la vivienda. El espacio que queda libre entre el frigorífico y la ventana se aprovechó para colocar una mesa con alas abatibles y un par de taburetes para montar una pequeña zona de desayunos cuando se desee.
Y si no se renunció a un pequeño comedor de diario en la cocina, ¿por qué no contar con una zona de vestidor en el dormitorio? En este caso, más que un capricho es una necesidad, pues el apartamento no tiene armarios. La ropa se organiza en barras para colgar a diferentes alturas, y los zapatos, en un estante inferior. La cama, pegada a la pared, e integrada en la zona de estar, se convierte en un improvisado sofá cuando es necesario. Fotos: Stadshem.