Decorar la casa de un coleccionista
¿Qué nos ha llamado la atención de este piso? El intenso color de las paredes, la combinación de muebles actuales con piezas antiguas, los detalles de estilo kitsch y, sobre todo, algo que realmente hace única y personal a esta vivienda: las diferentes y extensas colecciones que se exhiben en distintos rincones de todos y cada uno de los ambientes. Y es que decorar la casa de un coleccionista no debe ser nada fácil. Si no, que se lo pregunten al arquitecto Guilherme Torres, quién recibió el encargo de decorar el pisito del DJ Pil Marques, en Sao Paulo, Brasil.
Muñecos, libros de arte, cine y fotografía, marionetas, juguetes antiguos, vinilos... Lo que empezó como una decoración "sencilla" y sin complicaciones, pasó a ser una aventura impredecible, donde las colecciones tomaron las riendas, se convirtieron en protagonistas y exigieron toda la energía y la atención del estudio de Guilherme Torres. Objetivo: en primer lugar, conseguir que cada una de las piezas de las diferentes colecciones se convirtiera en un elemento decorativo; segundo, que creara una visión de conjunto con el resto de la colección y, tercero, lograr que todas las recopilaciones que el DJ había ido amontonando quedaran perfectamente integradas.
Gajes de ser DJ: miles de vinilos invadían muebles y librerías de manera desordenada. Dar con el que se buscaba era casi una misión imposible. Ahora, la invasión de discos sigue siendo la misma, pero están todos perfectamente colocaditos y organizados en varias estanterías bajas, en el estudio del músico, donde tampoco faltan algunos de sus muñecos y marionetas. Esos taburetes, que seguro estás hart@ de ver, un icono de los años 70, ya son todo un clásico: Tam Tam fue diseñado en el año 1968 por el francés Henry Massonnet y desde entonces se han vendido más de 12 millones de taburetes en todo el mundo.
La cocina, aunque en una estancia independiente, comunica con el salón a través de un gran vano sin puerta. Los diferentes colores que se usaron para pintar las paredes (salmón en la primera y azul en el segundo) ayudan a delimitar visualmente los espacios. Como muestran las imágenes, una vitrina se reservó para exhibir una colección de muñecos y figuras y otra, más grande y de estilo clásico, para almacenar cristalerías.
Cristalerías, a un lado; porcelanas, a otro, y muñecos por todas partes. Pingüinos y más pingüinos sobre el frente de cocción. ¿Y qué me decís del cuadro? Cada uno es libre de opinar del arte. Los muebles se concentraron en forma de L para dejar en el centro de la estancia una zona despejada, donde situar un "señor" comedor de diario con capacidad para seis personas. Eso sí, se prescindió de armarios altos por si a caso la decoración quedaba algo recargada.
¿Y dónde mejor que en el baño iba a estar la colección de figuras de marineros y patitos de goma? La cortina de ducha es punto y aparte, con una vista espectacular... Me refiero a la que hay detrás de los "macizos".