Decorar el salón con obras de arte
Impresionante salón. Está en Nueva York y más que el salón de un apartamento parece la sala de un museo de arte contemporáneo. ¡Todo un lujo! Decorar el salón con obras de arte es el sueño, no sólo de amantes de la pintura y escultura, sino de todo aquel con buen gusto y criterio estético. Si eres un@ de l@s afortunad@s que cuenta con una o varias obras colgadas en las paredes de su salón, conviene que sigas algunas pautas para sacar el máximo partido a esa o esas piezas, a menos, claro está, que seas la baronesa Thyssen y ya no sepas dónde colocar tanto cuadro.
Pero mientras disfrutamos con las imágenes de este salón, centrémonos en la vida real, en los salones que sueñan con llegar a ser una "galería de arte", pero en los cuales, de momento, sólo hay una obra. Hay que destacarla ¿Cómo? Elige un sitio adecuado para su exposición. Se trata de darle protagonismo, por tanto, es necesario optar por un lugar bien visible y alejado de peligros que puedan dañarla. En el salón, el mejor sitio es sobre el mueble principal, en la pared del sofá o sobre la chimenea.
Algunas personas compran una obra para completar la decoración de una habitación, mientras que otras se enamoran de una obra determinada y decoran la estancia en torno a ella. Si compras una obra de arte porque te gusta mucho, encontrarás, sin duda, un buen lugar para colgarla. Aunque algunos coleccionistas se jactan de tener una obra que combina con las cortinas, no es necesario que la obra contenga los mismos tonos que el resto de la habitación, pero sí es una buena idea que complemente el colorido de la misma, eligiendo por ejemplo una pieza que tenga un toque del color predominante en la estancia.
El arte también nos puede ayudar a modernizar una decoración tradicional. Una combinación de obras abstractas con mobiliario clásico es una maravillosa forma de dotar de vida un espacio demasiado clásico.
Si tu colección ya cuenta con más de una obra, hay unas reglas básicas muy sencillas que permiten crear composiciones armónicas, ya sea con cuadros del mismo formato o con obras de medidas y colores diferentes. Lee las claves para lograrlo aquí.
Si no quieres renunciar a tener un Picasso o un Warhol en tu casa, puedes puedes probar a hacer una reproducción a medida, en el tamaño y soporte que desees o bien, alquilarlas. Así como lo lees. En los últimos años, han proliferado las empresas que alquilan obras de arte. Cuadros o esculturas podrán estar en tu salón unos días, un mes e incluso un trimestre. Aunque su precio depende del autor, del tamaño y del soporte (lienzo, papel, grabado...), contar con alguna de estas pinturas, esculturas o grabados puede costar desde 300 € (un grabado) hasta 15.000 € si se trata de un lienzo grande. ¡Ya puedes ir quitando esas laminitas de Ikea!