Cortinas de verano: claves para elegir las mejores

Con la llegada del verano, nuestra casa pide urgentemente un cambio de look que nos ayude a bajar la temperatura ambiental: materiales, colores y complementos con los que crear atmósferas frescas y agradables. Para lograrlo, los textiles juegan un papel decisivo y, especialmente las cortinas, que pueden llegar a reducir en un 33% el calor de tu casa. Y es que si durante el invierno, nos gusta rodearnos de tejidos abrigados, ahora buscamos todo lo contrario: tejidos ligeros en colores claros, que dejen pasar la luz, pero que maticen su intensidad. Así que, no lo demores más: es el momento de escoger las telas para cortinas de verano.

¿Qué tejido elegir?
A la hora de escoger la tela con la que confeccionar tus cortinas de verano, es muy probable que lo primero que te plantees sea qué tipo de tejido es el que más te conviene para lograr la textura y el estilo decorativo que buscas: desde poliéster y viscosa hasta tejidos de lino y algodón pasando por seda y terciopelo.
Para la época estival, los tejidos más apropiados son las fibras naturales: lino y algodón son excelentes para las cortinas de estancias en las que queremos crear un clima acogedor, y ambos destacan por su tacto suave y su caída. También encontrarás tejidos que en su composición mezclan algodón con poliéster, que son más resistentes y fáciles de mantener. Otra opción perfecta para los meses de verano es la viscosa o rayón, una fibra que destaca por ser muy liviana.
Con seda y terciopelo se consiguen caídas muy elegantes y estilosas, pero mejor reservarlas para los meses de invierno. La seda es una tela especialmente pesada que, además, hay que proteger de los rayos de sol directos, que pueden dañar su color. Y el terciopelo consigue bloquear la luz, aísla del frío y crea ambientes muy recogidos.

¿Cortinas ligeras o visillos vaporosos?
En realidad no tienes por qué elegir una de estas dos opciones. En verano, la intensidad de la luz del sol varía de forma considerable en función de la hora del día. Una solución para matizarla es vestir las ventanas tan solo con unos visillos o bien combinarlos con unas cortinas ligeras. Así, además, cuando llegue el invierno, no tendrás por qué retirar el visillo, sino más bien, acompañarlo de unas caídas más oscuras.

Y en cuestión de diseño…
A la hora de escoger las telas para cortinas y visillos, recuerda que es importante que combinen con el resto de elementos de la decoración. Si tus cortinas coordinan con la tapicería del sofá o de las sillas del comedor, en el caso del salón, o con la ropa de cama, en el dormitorio, lograrás un ambiente equilibrado y armónico y, por tanto, una atmósfera serena y acogedora.
Los más fáciles de combinar son, sin duda, los colores lisos o con discretos estampados a rayas o geométricos, especialmente en la gama de los neutros que, además, son atemporales, nunca pasarán de moda. Los estampados florales y botánicos son tendencia y encajan en cualquier estilo decorativo, desde lo tradicional a lo contemporáneo. También tienes telas infantiles para los dormitorios de los más pequeños.