Cómo reciclar una caja de madera en un costurero
¡Ya tengo costurero! Por fin. Y se lo debo a mi amiga Bricolatrix. Sabía que sólo ella sería capaz de convertir una caja de madera, demasiado clásica y oscura, en un apañado y estiloso costurero. Además, como las labores no son lo mío, tampoco necesitaba una caja muy grande, pues tengo los útiles de costura justos y necesarios.
En cambio, lo que sí tenía era una estupenda caja de madera, con su tapita y todo, que en su día contuvo unos ricos y famosos turrones de Jijona (los más caros del mundo), pero que estéticamente no encajaba para nada con mis gustos. Bricolatrix, ayúdame, plis. Y ella, tan ingeniosa, hacendosa y resolutiva como siempre, se puso manos a la obra.
Estos son los materiales que necesitó:
- Papel de seda en color blanco
- Cola en spray
- Barniz para manualidades
- Tampones con motivos relacionados con las labores de costura
- Brocha
Paso 1
Con ayuda de un destornillador pequeño (y con mucho cuidado), se retiraron tanto el logo de la firma de turrones que decoraba la tapa como los dos herrajes de cierre.
Pasos 2 y 3
Se cortaron varios trozos de papel de seda para cubrir bien toda la caja, 8, en total; cuatro para los bordes, uno para el interior, otro para la base y dos para la tapa. A continuación, se roció cola en spray por toda la superficie y después, se fueron pegando los pliegos de papel uno a uno.
Paso 4
Una vez forrada toda la caja, decoró la tapa y el interior del "potencial" costurero con delicados motivos relacionados con la costura (cintas métricas, bobinas de hilo, alfileres, agujas, dedales...) en tonos rosas. Y como nadie es perfecto, ella también tiene un punto flaco: el dibujo. Dibujar (bien) no es lo suyo, pero a cambio sabe dónde encontrar los tampones más in para suplir esa falta de destreza.
Pasos 5 y 6
Con ayuda de una brocha, se aplicó una capa de barniz incoloro para proteger el resultado final y, después, una vez seco, se colocaron todos los herrajes en su sitio.
Paso 7
Por último, para optimizar el interior y mantener hilos y alfileres perfectamente ordenados, se dividió la caja en varios compartimentos. Bastó con cortar dos taquitos de madera del mismo alto y largo que el interior del nuevo costurero. ¡Gracias, Bricolatrix! Fotografías: Decoratrix.