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Colchón blando o duro: elegir el apropiado es vital para nuestra salud

Publicado en Habitaciones - Dormitorios por Decoratrix

Pocas decisiones referentes a la decoración de nuestra casa son tan relevantes como la elección del colchón. Elegir el colchón apropiado no sólo nos permitirá descansar, disfrutar de un sueño reparador y aprovechar al máximo las horas que dormimos, también es vital para nuestra salud. Un buen colchón nos ayudará a prevenir dolores musculares y otros tipos de dolor tanto de espalda y cervicales como cefaleas. En definitiva, nos hará descansar correctamente. 

A la hora de comprar colchones duros o blandos son numerosos los aspectos que hay que tener en cuenta. Entre todos ellos, destaca la firmeza como uno de los elementos clave: puede ser determinante escoger la mejor opción para ti. Y no es para menos, puesto que de este factor dependerá en gran parte la calidad de sueño. 

Blando o duro ¿cuál es mejor?

Ten en cuenta que la elección de un colchón muchas veces es algo muy subjetivo y que hay gente que disfruta de colchones más o menos duros (firmes), mientras que otros afirman sentirse más confortables en colchones más blandos. Ambos modelos cuentan con infinidad de ventajas, pero indudablemente de distinta índole. Para que puedas decidir por ti mismo, veamos algunas de la cualidades más significativas de cada una de estas dos alternativas. Foto: Bruce Marte para Unsplash.

Colchones blandos

Lo primero que notas al tumbarte en un colchón blando es una gran sensación de comodidad. Sientes que el colchón se funde con las formas de tu cuerpo. Para muchas personas son muy confortables, ya que se minimizan los puntos de presión sobre el cuerpo. Un claro ejemplo es el de los colchones viscoelásticos, modelos blandos y flexibles que aportan también una sensación parecida a la ingravidez.

Y si hablamos de salud, estos colchones son los más indicados para personas con enfermedades reumáticas, lesiones musculares o con problemas de circulación, ya que ayudan a repartir el peso y a minimizar los puntos de presión. 

La postura es importante, si duermes de lado debes optar por colchones blandos, ya que al dormir de lado, podemos ejercer demasiada presión en una parte del cuerpo y sufrir dolores musculares o contracturas. Si cambias de postura varias veces en la noche, escoge mejor una dureza intermedia.

Si pesas menos de 90 kg, te conviene un modelo blando y flexible, que se adapte a ti y reparta bien tu peso. Las personas más delgadas suelen preferir dormir en colchones más blandos. En estos colchones, alguien con poco peso no se sentirá hundido.

Tu gusto personal cuenta. Si te encanta la sensación de dormir en colchones mullidos y no tienes contraindicaciones de salud ¿por qué no escoger un colchón blando? Foto: Spacejoy para Unsplash.

Colchones duros

Durante mucho tiempo, se pensó que los colchones duros eran menos confortables. Sin embargo, con el avance de la ciencia y la tecnología, hoy encontramos modelos que conjugan firmeza y confort a partes iguales, siendo una posibilidad de compra interesante. Existen materiales firmes que permiten dar una sensación de dureza sin tener que renunciar al confort como las fibras naturales presentes en muchos de los colchones. Foto: Tania Mousinho para Unsplash. 

Un buen colchón de dureza alta o muy alta no se hundirá, pero tampoco debes sentirte como si durmieras en una tabla. 

Si eres de esas personas que no paran de moverse en toda la noche, lograrás conciliar el sueño de manera óptima si te decantas por un colchón de nivel alto de firmeza. Y si duermes boca arriba, opta también por un colchón duro para que te sujete correctamente la espalda y el cuello.

En este caso, también el peso es importante. Las personas grandes descansan mejor sobre colchones duros, ya que respetan mejor la posición de la espalda y no se hunden. Si pesas más de 90 kg, escoge un colchón duro.

Los colchones duros es otra apuesta ganadora para las personas calurosas o con problemas de sudoración nocturna. Suelen conocerse como los de un tacto de “no acogida”, a menos superficie de contacto con el cuerpo, menor es el calor percibido.  

Probar antes de comprar

Como hemos visto, más allá de la firmeza, hay otros muchos factores que entran en juego a la hora de proporcionarte una buena calidad de sueño, como el tamaño de la cama, tu tipo de cuerpo o la postura de sueño en la que duermas. Por eso, te aconsejamos que no compres nunca un colchón sin probarlo antes, porque no hay un único colchón ideal para todos, cada uno tiene que dar con el suyo. Y la única manera de hacerlo es probarlo, para acertarcon el sistema de muelles de colchón, por ejemplo y con otros aspectos que, como has podido leer tienen mucha relevancia. Foto: Unsplash.