Cajas forradas con papel pintado
Mi obsesión por guardar cajas... Todas me parecen hermosas y prácticas. Mentalmente les voy encontrando usos (para las medias o los calcetines, para los botones de repuesto que traen las etiquetas de la ropa...) y las voy forrando en mi imaginación. Mientras tanto, se acumulan en las esquinas de mi casa y en algún lugar práctico para que no estorben: ¡debajo de las sillas!
Cuando tengo unas cuantas elijo las mejores y me pongo manos a la obra. Busco restos de papel pintado ya que este tipo de papel es fuerte y resistente y las convierte en elementos bien decorativos y me proveo de pegamento en spray (tipo el Mounting de 3M).
En este caso, es un papel de la firma Casamance que simula el cuero trenzado, además tenía trozos en blanco y en negro así que lo alterné. Una de las cajas que más me inspiraron tenía compartimentos de cartón y me pareció perfecta para tener a la vista y bien organizados en el baño los discos y bastoncillos de algodón y las toallas de tocador bien dobladitas.
Y esta otra caja de poco fondo la forré combinando este mismo papel con un pequeño resto también en blanco y negro de un diseño grande y moderno de la firma Dedar. Me quedó perfecta para guardar pañuelos o foulards de tejidos ligeros que no ocupan mucho espacio pero que siempre andan revueltos por los cajones. ¿Te atreves tú también a personalizar con papel todas esas cajas de excelente cartón que da pena tirar? Fotos: Decoratrix.