Apartamento moderno y luminoso en Madrid
Los arquitectos Cristina Domínguez Lucas y Fernando Hernández Gil, del estudio Lucas y Hernández-Gil, son los autores de la reforma de esta apartamento ubicado en el madrileño barrio de Salamanca. Lo que antes era un bufete de abogados, con una distribución muy compartimentada, ahora es un apartamento moderno con espacios funcionales.
Con el cambio de la distribución y de los revestimientos, la vivienda ganó luminosidad y amplitud visual. Sus 120 m² se organizaron en un salón con comedor, dos dormitorios, la cocina y un cuarto de baño.
Salón con zona de estar y comedor
El salón, que cuenta con zona de estar y comedor, se ubicó en la zona más luminosa de la casa, con tres puertas acristaladas que dan a la calle.
La planta alargada se aprovechó para situar los ambientes en línea, con un interiorismo muy cuidado. En las obras de reforma, las paredes se pintaron de blanco y el suelo original se sustituyó por una tarima de madera clara, que crea sensación de unidad y continuidad visual. El fondo perfecto para realzar un interiorismo cuidado y personal, que dota de personalidad a los espacios.
Interiorismo moderno y personal
El equipo de Lucas y Hernández-Gil combinó mobiliario de diseño de Carlo Mollino, Mendes da Roche y Saarinen con piezas contemporáneas y tapicerías sobrias. Escogidas obras de arte, así como una vistosa alfombra que delimita la zona de estar, enriquecen la decoración del salón.
La reforma también se aprovechó para renovar todas las instalaciones. Se diseñó un sistema de luminarias LED ocultas, que aportan una luz indirecta, y se instaló calefección por suelo radiante.
Contraste muy chic
Se respetó la belleza de elementos originales, como las contrapuertas pintadas en blanco y el pilar maestro de madera, que ponen el contrapunto al toque moderno y elegante de la decoración.
Cocina minimalista
Las reducidas dimensiones de la cocina, así como la estrechez de la planta, se resolvieron con una distribución en dos frentes y una decoración en blanco absoluto. Este color está presente, no sólo en el mobiliario, sino también en los revestimientos y la encimera de cuarzo.
En una pared se ubicaron la zonas de fregadero y cocción, y para el otro frente, se diseñó una composición de armarios, de suelo a techo, que acoge también el frigorífico y los hornos en columna.
Decoración en blanco y madera
Para el dormitorio principal, se apostó por un contraste limpio y elegante en blanco y madera. Se prescindió de cabecero y la pared de la cama se revistió de una madera en el mismo color y acabado que la de la cama. El blanco de la ropa de cama y los estores se animó con discretas pinceladas en tonos naturales a través de los almohadones. Una estética minimalista, pero acogedora y cálida.
Habitación compartida
El apartamento cuenta con una habitación de invitados, donde la zona de descanso se ubicó en línea recta con dos camas-nido seguidas. Bajo la ventana, se creó un rincón de estudio. Siguiendo la estética del dormitorio principal, éste también se decoró en blanco y madera, con toques de color a través de los complementos, y ausencia de adornos o piezas innecesarias.
Baño en piedra y madera
Una auténtica maravilla. El espacio lo protagoniza un mueble de lavabo realizado a medida por Lucas y Hernández-Gil. Se trata de una pieza de mármol que integra los lavamanos y que cuenta con un armario volado en la parte inferior. La misma piedra de la encimera se utilizó para revestir paredes y suelo. El resultado es un ambiente cálido, sobrio y elegante, al igual que el resto de espacios de la vivienda.
