Apartamento de 24 metros cuadrados
Todo un reto es lo que tenía por delante el arquitecto neoyorkino Tim Seggerham cuando se hizo cargo de la reforma de este diminuto estudio de apenas 24 metros. En este caso, se trataba de aprovechar al milímetro el poco espacio disponible con el objetivo de lograr un lugar cómodo para vivir con una distribución desahogada, que se ajustara perfectamente a las necesidades y a la forma de vida de su propietario, un profesor de universidad single, amante de la lectura.
Un altillo de madera como pieza clave
La construcción de un altillo con estructura de madera, permitió a Seggerham distribuir el apartamento en dos alturas. En la parte inferior se emplazó el baño y una cocina americana abierta al salón, mientras que en la parte superior se situó el dormitorio. En la cocina, el almacenaje está estudiado al milímetro y os aseguro que cabe todo lo que se pueda necesitar en ella. Por ejemplo, se aprovecha el hueco bajo las escaleras para colocar unas pequeñas estanterías.
El dormitorio
Por una escalera forrada de madera se sube al dormitorio. En éste, se han creado varios espacios utilísimos. Junto a la cama, y tras una puerta corredera, se esconde un pequeño y acogedor rincón de lectura que, aunque no es muy grande, está perfectamente ordenado con baldas para acoger una pequeña biblioteca.
Zona de lavado
Al otro lado del armario, se colocó una reducida zona de lavado con la lavadora-secadora que, cuando no se utiliza, queda perfectamente camuflada detrás de la puerta corredera.
El cuarto de baño
Todo el apartamento es una clase magistral de carpintería, es como estar dentro de una gran caja de madera llena de rincones secretos realmente ingeniosos para guardar todo tipo de cosas. Vía: Dwell. Fotografías: David Engelhardt.