Una sala de billar en casa
Es el sueño de muchos decoratroxes (y de más de una decoratrix). Tener una mesa de billar en casa no tiene por qué significar hacer una locura o extravagancia. Y hoy, para deleitarnos y ver que en decoración todo es posible, os traemos este espacio ideado por el arquitecto Julio Prado. En esta vivienda, la zona de paso entre el salón y la cocina, que tradicionalmente se destinaría a comedor, se dedicó a sala de billar con una pequeña barra de bar (ya que te pones, pues hay que ser profesionales). Pero, además, en el armario que se ve a la derecha, panelado en chapa de acero, se esconde la zona de lavado, por lo que esta habitación funciona tanto para actividades lúdicas como domésticas. Y todos tan contentos.
Las paredes de ladrillo se dejaron a la vista, así como los pilares de madera y las columnas de hierro fundido originales de la vivienda. Unas puertas correderas de cristal al ácido cierran los vanos en los extremos del muro e independizan la cocina. El mueble del bar es de chapa de acero perforada, como las puertas del armario. La mesa de billar es una de esas herencias familiares que, cuando tienes sitio para quedártela, se convierten en la joya de la familia. Pero si no tienes sitio...
Uno de los aspectos más cuidados fue la iluminación, ya que por norma la luminaria debe ir suspendida sobre la mesa para evitar sombras. Como iluminación complementaria, sobre el bar se instalaron dos pequeñas lámparas Dau Spot y un estante luminoso, y diversos apliques y leds en el resto de la habitación.
El suelo de madera se trató con resina epoxi blanco, un material antideslizante, impermeable y resistente, que permite crear suelos continuos, como en esta foto, donde el suelo de la sala de billar continúa hasta la cocina, unificando ambas habitaciones. Si os quedáis con el gusanillo y queréis probar a encajar una mesa de billar en 60 m², os proponemos estas dos mesas de billar que se convierten en mesa de comedor (así tenéis la excusa perfecta): Fusiontable y Chevillote. Fotos: Decoratrix.