Crear un rincón de trabajo en un espacio mini
¿Eres clásico y moderno a la vez? Entonces eres ecléctico, ¿no te lo había dicho nunca nadie? Todas esas discusiones sobre estilos te las podrías haber ahorrado, hoy todo se mezcla si se sabe hacer con un poco de buen gusto. Como este pequeñísimo rincón de trabajo, puedes instalarte una zona así en algún rincón de tu dormitorio o en una esquina de tu salón.
Se trata de buscar muebles reducidos y con una cierta gracia. En este caso, la mesa es el modelo Lesvik de Ikea, (79 x 50 cm de fondo) un diseño retro en un acabado negro satinado muy bonito. El contraste lo marca una silla Reidar, de un diseño más atrevido y fabricada en aluminio lacado blanco (si mezclas negro+blanco, el resultado es casi siempre interesante).
En este caso, se adaptó una mesa de diseño recto y purista a un retranqueo en la pared del salón. El rincón se completa con una silla de diseño más marcado, la Bertoia de Knoll, la mezcla del lacado blanco con el metal en un salón más clásico es perfectamente viable.
Otras dos ideas si aún no ves esa zona de trabajo en el salón. Quizás tengas dos ventanas y entre ellas haya un trozo de pared no muy grande y sin mucha utilidad. Coloca en él una mesita de aspecto ligero que te pueda funcionar como consola o como mesa de trabajo. Y si eliges una mesa clásica, también puedes acoplarle una silla tapizada como ésta.
Y ya como última opción, te sugiero que utilices una mesa normal y corriente, no una específica para trabajar en casa. Una mesa de comedor extensible, de acabado metálico, puede servirte. Colócala junto a una de las ventanas, elige una silla cómoda y de aspecto elegante y házte con una lámpara de mesa que le de a todo el conjunto algo de estilo, como ésta de porcelana blanca con un aire años 60, muy de moda ahora. Siempre podrás deshacer todo el montaje si necesitas improvisar una cena formal en esta mesa, todo el almacenaje está detrás, en la librería. Fotografías: Livet Hemma y West Elm.