Un dormitorio en clave de blancos
Decorar con blancos un dormitorio tiene el riesgo de obtener un resultado frío y poco acogedor. Que cuando entremos, algo por dentro nos diga: "qué frío hace aquí, ¿no?" y no nos apetezca estar. Para evitarlo, un consejo: combinar varias gamas de blanco, blancos puros y otros más mezclados, y combinar con texturas que inviten a los sentidos: lanas suaves, mohairs esponjosos, terciopelos, algodones con textura, sedas, etc. En este dormitorio, su aparente simplicidad esconde materiales bastante sofisticados pero el resultado es cálido e invitador.
Conjunto entonado
Las paredes se pintaron de un blanco roto, con un leve tono gris azulado. No te decantes por un blanco óptico (demasiado brilloso), los "blancos ensuciados" o rotos son siempre más interesantes. Los muebles principales, el cabecero y las mesillas, se eligieron en dos materiales de aspecto lujoso. Un polipiel grabado de efecto metalizado, de la firma Dedar. Para las mesillas, se eligió una laca brillante color topo mezclada con acero inoxidable.
Me encanta el diseño de este cabecero. El tejido, de la firma Dedar, es realmente elegante y los pequeños pellizcos del "falso capitoné" le quitan severidad.
Ropa de cama
La cama se vistió con sábanas y funda nórdica de un algodón blanco impecable que luego se matizó con un plaid de seda beis a los pies y cojines de aire oriental en seda cruda y turquesa. A los pies de la cama, y como descalzadora, otro guiño de color: una silla antigua tapizada en terciopelo turquesa.
El baño
Y una vez allí, no pudimos resistirnos a fotografiar el baño. Nos encantó la solución de los dos espejos corridos en ambos testeros que prolongan la sensación de espacio. El mueble del lavabo suspendido está hecho a medida en madera talqueada en blanco. Los revestimientos son bateig en el suelo y un gres color topo en las paredes, ambos de Azulejos Peña. Los sanitarios son de Jacob Delafont. Este proyecto es obra de Gaztelu Arquitectos. Fotos: Decoratrix.