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¡Qué ganitas de que llegue el verano! Bueno, mejor dicho, las vacaciones. Como dicen por ahí, todo llega, pero mientras tanto tendremos que conformarnos con pasar los fines de semana cerca de una piscina, especialmente los que tenemos la playa más próxima a unos 400 km. ¡Aquí no hay playa! ¿Y qué? Preparemos
la zona de la piscina y hagamos de ella nuestro paraíso veraniego particular. Lo más importante,
un asiento cómodo, no –rectifico– comodísimo, donde podamos pasar muchas horas leyendo, tomando el sol (siempre con protección), disfrutando de una rica cerveza (refrescos light los que hagan dietas) bien fría...
Tumbonas de aluminio
Malta Evo (400 €) y
mesa puf
Halley (275 €). Todo de la firma
Greendesign.
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Si buscas un estilo más informal y divertido, te encantará esta colección de Greendesign:
sillones y pufs, que hacen las veces de mesas auxiliares, en llamativos e intensos colores. Objetivo: sentirse tan cómodo que nos sintamos en el paraíso y nos olvidemos de todo. Sillones
Sun (520 €) y pufs
Planet (275 € c/u); Todo, de
Greendesign.
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Quizás todo esto suene muy idílico, pues no todos tenemos la suerte de contar con una piscina privada que decorar a nuestro gusto o antojo. Pero ¿al menos una comunitaria? Seguro que tus vecinos no tienen inconveniente en que bajes a la piscina con una tumbona plegable, de esas que son ligeras y fáciles de transportar (¡ellos también querrán una!). Hazte con un modelo con respaldo reclinable que puedas adaptar a los momentos más "duros" del día. Tumbonas plegables Maui, de Habitat (65 € c/u).
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Con el mar de fondo, cualquier tumbona resulta aún más irresistible. El modelo
Mangrove, de
Dedon, cuenta con un respaldo que se puede colocar totalmente en horizontal. Los muebles de
fibra sintética tranzada, como esta tumbona, se parecen a los de fibra natural, pero son más duraderos y resistentes al desgaste, los rayos UVA y los cambios climáticos.