Tendencias: 8 formas de colocar las baldosas cerámicas
Además de un producto de alta calidad, la cerámica es un material sostenible, resistente al paso del tiempo y muy versátil. Razones suficientes para que siga siendo una de las opciones más demandadas a la hora de revestir suelos y paredes. Y es que, gracias a la enorme variedad de formatos y formas de colocación disponibles, las posibilidades decorativas de las baldosas cerámicas se multiplican, convirtiéndose en un aliado perfecto para enriquecer todo tipo de proyectos decorativos.
Existen piezas cerámicas cuadradas, rectangulares, triangulares, romboidales, hexagonales…, que bien se pueden combinar con baldosas del mismo formato o bien alternar diseños diferentes. Las posibilidades son casi infinitas. Sobre estas líneas: azulejos Cotto, de la firma Aparici.
Juntas en horizontal
Es una de las colocaciones más sencillas y más utilizadas en la actualidad. Consiste en disponer las baldosas en línea recta, siguiendo hileras regulares y paralelas para lograr una sensación de orden y armonía. Arriba: azulejos Rocky Trails, de Cevica.
Juntas en vertical
En este caso, se trata de colocar las baldosas cerámicas unas a continuación de otras en sentido vertical. Una disposición ideal para ganar altura visual y, al igual que la opción anterior, es perfecta tanto para paredes como para suelos. Arriba: modelo Vermont, de Estudio Cerámico.
Metajunta o tresbolillo
Se colocan las piezas de forma alternada para que los cortes verticales queden a la mitad de la baldosa inferior y superior, creando un efecto dinámico. Sobre estas líneas: Havana Mediterranean, de la firma Fabresa.
Metajunta desplazada
En esta opción, la junta vertical de las piezas se desplaza consiguiendo que la alineación entre las diferentes baldosas rompa esa simetría presente en la metajunta tradicional, ofreciendo un aire más original a la estancia. Modelo Montgomery, de Vives.
Esquina de pez
Esta colocación se crea a partir de hileras alternativas de piezas cerámicas dispuestas de forma inclinada a derecha e izquierda. Se consigue la forma de espiga, repitiendo la "V" a lo largo del patrón. Sobre estas líneas, el azulejo Argila Poitiers de Peronda.
Combinar piezas triangulares
Al unir baldosas de forma triangular en una sucesión de hileras se logran composiciones de alto valor decorativo que, además, alcanzarán su máximo potencial estético si jugamos con diferentes colores. Así se hizo en esta pared, donde se combinaron azulejos de la colección Figures de Natucer, en blanco y bronce.
Jugar con formatos hexagonales
Colocando las hileras de piezas hexagonales en sentido horizontal y vertical conseguiremos una composición en forma de panal, que, como en este caso, se ve acentuada por el empleo de diferentes colores, acabados o texturas de las piezas cerámicas. Azulejos Majestic de Dune, en blanco y dorado. También está disponible en negro.
Alternar diferentes formatos
Cuando realizamos patrones combinando distintos formatos, obtenemos acabados con una gran riqueza expresiva y visual. Alternado, por ejemplo, un formato romboide con uno hexagonal, se logran figuras en las que el romboide enmarca al hexágono produciéndose un efecto volumétrico y dinámico. Azulejos Hexawood de Equipe.
