Seis muebles imprescindibles en dormitorios infantiles
La habitación de nuestros hijos va cambiando a medida que van creciendo y es importante que sepamos adaptarla a las necesidades que tienen a cada edad. Obviamente, el dormitorio no será el mismo cuando tienen dos años que cuando están en la adolescencia.
Lo sabemos, por ello, hoy te traemos los mejores productos para la habitación de tus hijos especialmente en la edad escolar. Han dejado atrás la etapa inicial de sus vidas y comienzan a tener otras necesidades diferentes.
Para ello, hemos contado con la ayuda de Kadolis, una empresa especializada en ropa de cama y cuna ecológica para bebés y niños, que cuenta con una gran variedad de colecciones elaboradas todas ellas con materiales 100% naturales, con el principal objetivo de garantizar el mejor sueño, dentro de un entorno sostenible y totalmente respetuoso con el medio ambiente.
Una cama crecedera
Dejamos las cunas atrás, y ahora necesitamos una cama en la que pueda crecer el niño y que le sirva hasta la adolescencia, adaptada a su edad. Aquí lo más habitual es optar por una cama de 90 x 190 cm, que es el tamaño idóneo para garantizar la máxima comodidad de los peques.
Así mismo, es importante escoger un colchón de alta calidad, que sea capaz de adaptarse al sueño de los niños, con una comodidad semi-firme, y preferiblemente está fabricado con materiales naturales, para así evitar posibles alergias, la proliferación de bacterias y ácaros del polvo, sin necesidad de combatirlos con un tratamiento químico.
La importancia del armario
A esta edad el armario adquiere una gran importancia, ya que los niños empiezan a tener ropa cada vez más voluminosa y, por tanto, necesitan un mayor espacio de almacenamiento. Nuestro consejo es que elijas un armario de grandes dimensiones, que incorpore cajones en la parte inferior.
Y, en caso de que todavía necesites más espacio de almacenamiento, puedes optar también por una cómoda a juego, en la que podrás guardar todo tipo de prendas.
El escritorio, un básico del dormitorio
El escritorio es una pieza indispensable en el dormitorio de los peques, ya que a partir de los cinco años comienzan a traer deberes a casa y necesitan un espacio dentro de su habitación en el que poder llevarlos a cabo. Es importante que se vayan habituando a trabajar de forma ordenada y metódica delante de un escritorio.
Además, podrán utilizar el escritorio para pintar, hacer manualidades y otras actividades que estimulen sus habilidades.
Elige bien la alfombra
Hay que tener en cuenta que los niños pasan mucho tiempo en el suelo jugando. Por esta razón, una alfombra no puede faltar en la habitación de tus hijos. Además de decorar, les permitirá jugar en el suelo o ir descalzo con total calidez y de forma cómoda, sin tener que preocuparte por el frío. No obstante, tienes que elegir con cuidado el modelo, pues no todas las alfombras te darán buen resultado. Evita las de pelo largo (que pueden acumular mucha basura) o las de fibras sintéticas que tienden a acumular la electricidad estática. Las alfombras de sisal o yute son difíciles de limpiar, por lo que te recomendamos alfombras de lana de pelo corto y de fácil limpieza con jabones neutros o un poco de amoniaco diluido.
Una estantería amplia
La estantería también es un mueble clave en el dormitorio infantil, donde podrás guardar sus libros, juguetes, pinturas, etc.
Además, también completará la decoración. En caso de que no tengas espacio, puedes optar por baldas colgadas en la pared, formando tú mismo una estantería a diferentes alturas. El lugar idóneo es sobre el escritorio o a los lados. Hay muchos modelos adaptables, con fondos de 30 cm que no ocupan mucho espacio.
Cuida la iluminación
Por supuesto, la habitación debe contar con una buena iluminación, tanto natural como artificial. Deberás pensar en una luz general en el techo, pero también en una luz puntual, tanto en la mesita de noche como en el escritorio. Un flexo con luz fría es lo recomendable para estudiar y leer.
Aunque hay tantas posibilidades como desees, estos son los 6 muebles más importantes en la habitación de los peques, que no deberían faltar en el dormitorio de tus hijos de 5 a 10 años.
