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Happy Rizzi House, la casa más feliz del mundo

Publicado en Casas - Casas y chalets por Marta Sanz

Happy RIZZI House

Brasil, Portugal, Cuba, Venezuela... ¿dónde crees que se encuentra la casa más feliz del mundo? Un edificio coloreado con infinitos tonos de color y lleno de caras sonrientes, que lejos de estar en un país latino, como much@s de nosotr@s pensaríamos, se levanta en la fría Alemania, en Brunswick, casi en el centro del país germano.

Happy RIZZI House

Happy RIZZI House

La Happy Rizzi House se encuentra en la ciudad alemana de Brunswick y data del año 1999 aproximadamente. Se trata de un proyecto muy original y atrevido que rompe con los cánones establecidos normalmente en cuanto a arquitectura y diseño se refiere.

Happy RIZZI House

Su origen se debe a una simple y sencilla conversación entre el artista James Rizzi (de ahí su nombre) y Olaf Jäschke, dueño de una galería de arte. Planeaban colocar un edificio diferente, insólito, en pleno centro de la ciudad. ¿Por qué no hacerlo? Poco hizo falta para que el arquitecto Konrad Kloster levantase la Happy Rizzi House aprovechando las ruinas de un antiguo palacio.

Happy RIZZI House

Su nombre le viene como anillo al dedo. La Happy Rizzi House es, cuanto menos, alegre. Con esa arquitectura que parece no tener lógica y con esos colores tan vivos y llamativos seguro que sorprende a todo aquel que pase por su lado.

Happy RIZZI House

James Rizzi, el creador, era un artista pop conocido por sus obras de arte en 3D. Si hablamos de tamaño, es probable que la Happy Rizzi House sea una de las más grandes. El edificio sigue con la estética pop ya mencionada en una construcción sencilla, carente de simetría. Uno de los detalles más importante es la superficie lisa de sus paredes, ya que facilitó el trabajo de ilustración.

Happy RIZZI House

Happy RIZZI House

No hay más que ver la fotografía para apreciar los vivos colores que decoran la Happy Rizzi House y los dibujos un tanto infantiles que hay por los muros de ladrillo. Tal es su aspecto llamativo que cuando este edificio feliz fue levantado, los vecinos estaban un poco reacios a aceptarlo. No obstante, al ser hoy uno de los principales motivos turísticos de la ciudad, ya lo han aceptado. Construida para niños y mayores, para disfrute de todo aquel al que le gusta el arte, no hay duda de que se trata de una casa diferente, alegre, que transmite optimismo y felicidad y un bello enlace entre las construcciones sajonas de siglos pasados y los modernos edificios. ¿A quién no le gustaría un edificio así en su ciudad?