Flores y plantas del mes de abril
Seguro que estáis deseando llenar de plantas y flores el jardín, la terraza o el balcón. Pero, aunque la tentación sea grande, no debemos ser impacientes, habrá que esperar un poco ya que aún acechan las heladas y las lluvias intermitentes que pueden dar al traste con nuestros cultivos.
Esperemos que el suelo se vaya calentando poco a poco con el sol de los últimos días de abril. Mientras, podemos dedicarnos a las plantas y flores de interior que en "abril empiezan a relucir". Aunque son muchas las que están en su apogeo, yo tengo tres candidatas perfectas para tener y disfrutar en casa: la noble Gardenia, la llamativa Croton y la alegre Kalanchoe.
Gardenia, noble y elegante
Aristocrática, elegante y de flores con un intenso y agradable aroma, la Gardenia es la diva absoluta entre las plantas con flores de abril, pero no sólo por su belleza, también porque es una planta que se adapta bien a cualquier ambiente. Por su apariencia y aroma, las Gardenias tienen la virtud de transmitir calma y encanto creando un ambiente de relax y bienestar en la casa, además de proporcionar un ambiente decorado con buen gusto.
En cuanto a sus cuidados, la Gardenia no requiere mucha luz y prefiere que ésta no incida directamente sobre ella, por eso lo mejor es tenerla en semisombra. Debe regarse con agua tibia, pero poco abundante ya que no le gusta tener las raíces demasiado húmedas, para ello lo mejor es colocar un plato invertido debajo del tiesto y así asegurarse de que el agua no la encharcará.
A menudo, requiere la ayuda de abonos ricos en potasio para que sus flores, de tono crema ligeramente amarillento, sean lo más hermosas posible, y también nitrógeno, para que adquiera vigor cuando se está desarrollando.
Croton, colorista y decorativa
Desde el punto de vista puramente ornamental, lo más aconsejable es optar por plantas que aun sin flores sean decorativas por su forma, color o follaje. Para acaparar visibilidad en la casa, nada mejor que la Codiaeum, más conocida como Croton. Y es que ella, literalmente, le pone color a la primavera con sus llamativas hojas que pueden ser muy variadas tanto en el color como en la forma o el tamaño. Generalmente, las encontramos de forma ovalada y en color verde, amarillo, naranja, rosa, rojo o en una combinación de todos estos colores.
Esta planta es originaria de Asia, donde crece en estado silvestre hasta convertirse en un arbusto de varios metros de altura. La gama de colores y formas de las hojas es debido a la facilidad que tiene para cruzarse con los diferentes tipos de plantas. Aunque, si prefieres colores más conservadores y eres de los que no les gusta llamar la atención, quizás la convivencia con esta planta no es del todo aconsejable ya que, para compartir espacio con una planta tan rebelde como esta, es necesario ser un poco atrevido, convincente y tener un buen sentido del humor.
En cuanto a su cuidado, necesita un suelo húmedo durante la primavera y el verano, pero sin que la tierra esté encharcada. Durante la temporada de crecimiento es recomendable agregar un poco de sustrato al agua de vez en cuando. Es una planta que no tolera las corrientes de aire y que se siente cómoda a temperatura ambiente, siempre y cuando ésta no sea muy baja.
Para que sus hojas brillen relucientes bastará con limpiarlas con un paño húmedo. Pero tal vez lo más importante sea la luz. Si la colocas en un lugar demasiado oscuro, sus hojas perderán color y se irá debilitando poco a poco, por eso, tienes que asegurarte de que tiene suficiente luz para que te garantice color y aventura, y así vuestra vida juntos nunca será aburrida. Vía: Jardiland.
Kalanchoe, alegre y resistente
De las tres, quizás sea la Kalanchoe la menos elegante y vistosa, pero es un maravilloso ejemplo de altruismo. Se trata de una planta muy resistente y generosa, con un amplio espectro de colores, que apenas requiere cuidados y atenciones para mostrarse alegre y esplendorosa. De hecho, una reciente investigación científica ha demostrado que esta pequeña planta, de hojas suculentas y con flores de colores vibrantes, logra que las personas se sientan mejor.
Lo más especial de la Kalanchoe es su inflorescencia, con todas sus pequeñas flores agrupadas en una misma rama. Cuando florece, lo hace con verdadera intensidad, emanando pequeñas flores que varían de color, desde el blanco, rosa, rojo, amarillo y anaranjado al morado, colores todos ellos muy vivos y que contrastan de forma espectacular con las hojas verdes brillantes. Unos cuantos cuidados básicos serán suficiente para tener esta planta en plena forma: un poco de agua una vez por semana cuando llega el calor, un poco de abono para plantas en el agua cada dos o tres semanas y un punto de luz es todo lo que necesita para ser feliz.