Flores de invierno: la llamativa amarilis
Gracias a su aire alegre y a sus colores llamativos y brillantes, la amarilis es una de las plantas de interior ideal para tener en casa durante estos meses fríos y grises. Sin duda, es una de las plantas reina del invierno (o rey, si nos guiamos por aquello de que es “un” bulbo) con la que podemos disfrutar de un aporte extra de luz y color en todos los rincones de la casa mientras esperamos la llegada de la primavera.
Originaria de México y el Caribe, donde se pueden encontrar hermosas variedades, la amarilis no tiene ningún problema para adaptarse a climas más fríos y ambientes menos soleados. Por eso, se puede ubicar tanto en el interior como en el exterior, eso sí en un lugar que esté a la sombra siempre y cuando la temperatura no sea extrema. Además, sobreviven perfectamente en maceta. Gracias a sus brillantes hojas verdes y flores de gran colorido, este bulbo es perfecto para decorar el interior. Si cuelgas en cestos varios bulbos, el efecto visual es de lo más llamativo.
Ahora es el momento de comprar la planta en flor o, si eres amante de la jardinería, puedes comprar un bulbo y cultivarlo en tierra, enterrando exclusivamente la mitad inferior del bulbo y dejando la otra mitad visible al aire. En poco tiempo comenzarán a salir los tallos de flor. Eso sí, si te decantas por la primera opción, procura comprar un ejemplar que tenga el mayor número de flores todavía cerradas, ya que de esta forma conseguirás alargar la floración. La duración de las flores depende bastante de los cuidados que se le den: temperatura adecuada, luz..., pero si se tienen en un lugar fresco, bien regadas y abonadas, suelen durar de tres a seis semanas.
La amarilis es una planta con largas hojas de un verde intenso que pueden llegar a medir hasta 60 cm, y unas flores de hasta 20 cm de diámetro, de colores muy llamativos y brillantes, y de forma acampanada, con seis pétalos y estambres muy prominentes y cuanto más grande sea el bulbo, mayores flores dará. Las especies enanas dan flores mucho más pequeñas. La amarilis Belladona, que procede de África, da flores muy grandes que florecen desde mediados de invierno hasta bien entrado el verano. Esta variedad se llama también azucena rosa y tiene un bulbo más globoso y grande que el resto. Colocadas en jarrones altos y anchos, las flores lucirán espectaculares.
Cuando los bulbos están en flor se pueden hacer arreglos preciosos para decorar el centro de una mesa o colocarlo en una mesa auxiliar. Busca un cuenco o una maceta no muy honda de un color que contraste bien con los bulbos, como ésta de cerámica gris claro. Coloca dos o tres bulbos juntos, dejando a la vista las hojas verdes.