Flor de lavanda: color y aroma
La lavanda o espliego (lavanda angustofolia) es un arbusto de tallos leñosos, ramas de espigas alargadas y flores de color morado que desprenden un aroma intenso y fresco. Esta planta, originaria de las regiones del mediterráneo de Europa y del norte de África, se cultiva con frecuencia en huertos y jardines y crece de forma espontánea en el campo.
Dicen que los romanos no sólo se perfumaban con ella después del baño sino que además solían llevar un ramillete de esta planta entre las ropas para ahuyentar a los insectos y emanar un suave y delicado aroma. En estas fechas, la lavanda ya ha terminado su floración, pero aún podemos aprovecharnos de sus flores para elaborar sencillos arreglos florales, para construir unos saquitos, que podemos usar como ambientadores en los armarios, entre la ropa, para el coche, o bien para aliviar algún que otro dolor.
Si quieres saber cómo los hace Bricolatrix, pincha aquí. Los ramos de lavanda se secan hacia abajo, en lugares ventilados y a la sombra, y una vez secos, hay que separar la espiga del tallo y conservar las flores en bolsitas de tela o en cuencos para perfumar la casa.
Como ves en las imágenes, la flor de la lavanda es ideal para confeccionar arreglos informales o darle un toque campestre a la decoración. Coloca los ramos en recipientes sencillos, nada recargados, como botellas de cristal, latas de té recicladas, vasijas o macetas de barro. El ramo tendrá un aspecto más campestre e informal.
Si hacemos caso a la teoría del Feng Shui que afirma que las flores, además purificar el ambiente, crean diferentes sensaciones según sus tonalidades, con la lavanda y demás flores en tonalidades azules y lilas se consiguen atmósferas serenas y relajantes, una sensación de paz que te hará dejar a un lado todos los problemas. Van muy bien en ambientes decorados en blanco, con velas blancas y cintas de rafia que se pueden colocar en las servilletas o hasta en la mesa.
Quizás, cuando empiece a llegar el frío, lo mejor será centrarnos en el poder de esta planta para aromatizar las habitaciones o la ropa, con saquitos en el interior de armarios y cajones que, por cierto, ahuyentarán a las polillas. Vía: Style me Pretty. Fotos: Kt Merry Photography.