Cómo guardar los adornos y el menaje navideño
En estos primeros días de enero, hay una cosa que me horroriza más que el saldo de la Visa: recoger las secuelas de la fiestas navideñas (árbol, adornos, vajillas, mantelerías, etc...). Es la consecuencia de sacar los trapitos y tacitas de dominguear en los eventos navideños. Suelo posponer tan apasionante tarea todo lo que puedo, días o, incluso, semanas... Pero mi prurito profesional me impide que la pereza me venza. ¿Y quién me puede ayudar y estimular en estos momentos de crisis? Buceando en las páginas de "megaordenatrix" como yo he encontrado varias ideas iluminadoras que espero os sirvan de guía. A mí me han devuelto la calma en un trix para afrontar el trabajo con ilusión.
Mi primera búsqueda me llevó, sin pestañear, a la página de Martha Stewart, una de mis megaordenatrix preferidas. ¿Qué te parece su invento para guardar las bolas del árbol? En una caja de plástico con tapa (que se puede conseguir en El Corte Inglés, Carrefour o Ikea) y vasos de plástico, que te permiten organizar y guardar a salvo los adornos más delicados.
Bolas ordenadas por color y protegidas
Lo interesante de la organización es saber dónde están las cosas que tenemos y poder encontrarlas fácilmente. Y eso es precisamente lo que queremos que pase el próximo año cuando empiece todo de nuevo. Esta idea de poner iguales con iguales, del mismo color (será mucho más sencillo cuando vayas a utilizarlas el año que viene) en cajas transparentes me parece genial. Así como la división con separadores de cartón, sin duda son la mejor opción ya que, además de evitar que se rompan, las protegen del polvo y son fácilmente identificables. Y las más pequeñas, en bolsas de congelación, ¡todo un acierto!
Luces enrolladas en cartones
Esta solución para evitar que las luces se enreden, me parece tan sencilla como útil. Consiste en enrollar cada tira en trozos de cartón o en tubos de los que llevan el papel de cocina. Una vez bien enrolladas, simplemente hay que hacer una ranura al principio y otra al final para conectar los extremos.
Coronas empaquetas y colgadas
En Good Housekeeping he encontrado esta idea estupenda para guardar las coronas de Navidad. Como si de una prenda de vestir se tratara, sólo hay que colgar la corona en una percha y protegerla del polvo envolviéndola en una bolsa de plástico, que puede ser de tintorería o de basura de gran tamaño, como las que se usan en jardinería.
El árbol atado y bien atado
Una vez despojado de todos los adornos, toca plegar una a una las ramas del árbol. Algo que en mi caso no es nada fácil. Cada año se me hace más trabajoso que aguanten bien dobladas. Creo que voy a poner en práctica esta idea de atarlo con cinturones usados. Después, quitaré las patas o la base para que ocupe menos al guardarlo. Y para que los extremos no queden desprotegidos, cubriré ambos extremos con bolsas de plástico.
Vajilla y mantelerías a salvo hasta el año que viene
Otra idea que me pareció fascinante: distribuir una caja de cartón cualquiera con compartimientos a medida de tu vajilla, que puedes confeccionar tú. ¿Cómo? Con otra caja de cartón.
Y cuando descubrí esta foto, mi mente se alumbró y mi espíritu renació: unas preciosas cestas de rafia etiquetadas con una pinza y un letrero (¡es tan antipático buscar el mantel que quieres y no encontrarlo nunca!).
Inmediatamente después de ver todas estas ideas, me puse manos a la obra. ¿Para qué demorar más lo inevitable? Yo he empezado por buscar algunas cajas que compré hace tiempo en la tienda Micasa. Las rectangulares forradas las usaré para guardar los adornos y las mantelerías; mientras que las redondas, de fibra natural teñida en rojo, me parecen perfectas para guardar platos de la vajilla.
Ahora te toca a ti elegir la opción que que te sea más útil para guardar las luces, bolas, coronas, vajilla y demás adornos. Se acabaron las fiestas navideñas y empezamos a caminar por el 2020. Año nuevo, orden nuevo.