Cómo solucionar una pared con cuadros decorativos

Si tienes paredes completamente desaprovechadas, puedes darles un encanto especial con obras de arte que se ajusten al estilo de tu decoración. Sin embargo, tienes que tener especial cuidado en la selección, enmarcado y colocación, pues con frecuencia se cometen errores que pueden dar al traste con todo el conjunto y arruinar una buena decoración. 

Por ello, aquí te contaremos los aspectos más importantes que tienes que tener en cuenta en la decoración con cuadros y, además, te damos algunos trucos que te servirán para evitar estos errores.  

Decoración con cuadros

Si quieres crear un ambiente con vida y personalidad, es vital que aprendas los principios básicos sobre la decoración de paredes.

Cuando veas una pared fría, vacía y desangelada, tú mismo querrás hacer algo al respecto. Los cuadros decorativos son, sin duda, la mejor opción. No obstante, elegir los cuadros, crear la composición y colgarlos no siempre es tarea fácil, y el resultado puede no ser el esperado. Una pared mal decorada puede crear desorden visual. 

La decoración de paredes es fundamental para marcar la personalidad de tu casa. Puedes hacerlo con obras de arte, impresiones digitales, fotografías, vinilos, espejos, dibujos infantiles... hay muchos recursos para decorar las paredes de forma original y crear tu pequeña galería de arte en casa.

Opciones para todos los bolsillos 

Por suerte, hay muchas opciones para elegir los cuadros para el salón, que no cuestan demasiado y se adaptan prácticamente para cualquier presupuesto: desde verdaderas obras de arte de enorme valor económico hasta pinturas modestas y artesanales hechas con acuarelas u óleos. Para obras de arte de autor, te recomendamos siempre acudir a una galería de arte (también las hay virtuales). Ahí te aconsejarán y recomendarán lo que mejor se ajuste a tu presupuesto.  

Para opciones más económicas, puedes ir a tiendas decoración al uso, que siempre tienen una buena oferta de láminas y fotografías. O también buscar por Internet donde encontrarás decenas de webs especializados (ya sea de impresión digital u obra original) que pueden personalizar la obra al tamaño e, incluso, color que te convenga. Además, muchas de ellas te envían el cuadro ya enmarcado.

Antes de empezar...

Debes tener claro qué pared es la que quieres intervenir y cómo deseas que sea el resultado final: composición de cuadros, un solo cuadro de gran formato, una pareja de obras alineadas, etc. Lo importante es pensar que la pared es un lienzo en blanco y que su decoración soportará un gran peso en la decoración de tu casa. 

Por eso, antes de lanzarte a colgar cuadros sin ton ni son, tienes que hacer un ejercicio de visualización de la pared. Incluso, puedes hacer fotos y pasarlas al ordenador para hacer pruebas y montajes con distintos formatos, estilos y colores. Los cuadros tienen que encajar con el estilo de los muebles y el color de las tapicerías, además de tener un tamaño proporcionado con las dimensiones de la pared.

La importancia del marco

El marco y el paspartú que elijas es casi el 50% del resultado de una composición de la pared. Los marcos grandes tienden a quitarle protagonismo a las obras, pero también pueden enaltecerlas. Tienes dos opciones: la primera, elegir marcos que se mimeticen con la obra, de perfiles finos y del mismo color que el paspartú. O marcos que resalten la pintura o la foto, utilizando uno de los colores del cuadro (generalmente el más predominante).

Las tendencias actuales en la enmarcación de cuadros apuesta por marcos sencillos, como perfiles metálicos en negro o aluminio mate. También el dorado envejecido sigue estando de actualidad, pero de líneas sencillas y sin arabescos. Y por supuesto, los marcos de madera clara (la madera oscura ensombrece el resultado), que puede ser natural o con algún acabado decorativo (decapado, craquelado, envejecido, etc.).

 En caso de que hayas adquirido varias obras de arte para formar una composición compleja, procura que los marcos tengan similitud: de madera, dorados, negros, metálicos, etc. Así lograrás cierta armonía visual.

Cuadros sobre baldas o estantes

Por diversos motivos, no a todo el mundo le gusta taladrar la pared, ya sea por no manejar las herramientas, porque la pared es cerámica o de otro material o sencillamente porque no quieren estropear la superficie. 

En estos casos, la mejor opción es utilizar baldas o estantes sobre los que colocar los cuadros. El resultado son composiciones horizontales, sumamente decorativas y, sobre todo, flexibles, pues te permiten mover los cuadros a tu antojo.

Cuadros sobre paredes de color

La decoración en paredes de colores requiere un punto y aparte, ya que suele ser más compleja que sobre paredes blancas, donde cabe todo. En caso de que tengas una pared de color, tienes que tener especial cuidado en no sobrecargarla con muchas obras variadas. Si quieres ir a lo seguro, elige una o dos obras, que contrasten con la pared para crear un impacto visual sorprendente. Pero si lo que deseas es colocar varias obras, puedes elegirlas de un mismo estilo, como en la foto superior, donde la pared en tono añil acoge una colección de obras abstractas del mismo autor, creando un impactante foco decorativo.   

Es importante también la elección del marco: en paredes oscuras, busca marcos más claros, en blanco o madera. En paredes de color claro, puedes ser más atrevido y elegir marcos de colores o en negro.  

Claves a tener en cuenta

• Las decoraciones para el hogar actuales apuestan por cuadros apoyados sobre los muebles. Así te evitas clavar en la pared y, además, el efecto es super moderno. Eso sí, funciona mejor con un cuadro de gran formato.

• En el caso de que tengas varios muebles de la misma altura, puedes colocar las pinturas de manera secuencial, es decir, cuadros del mismo tamaño, en muebles de la misma altura, para que quede una composición simétrica.  

• La decoración de paredes angostas se optimiza con cuadros verticales. Así, obtendrás la ilusión óptica de que el techo es mucho más alto y lograrás altura visual.

• Si quieres poner varias obras de arte en grupo, ubica en el centro la más llamativa o grande, y alrededor, el resto de las piezas.

Medir cada centímetro

El arte de colgar cuadros (porque, sin duda, es un arte) estriba en medir con suma precisión. Nunca claves nada sin antes medir correctamente la altura. Si es un cuadro solo, la altura debe estar por encima de la visión, más o menos entre 1,50 m a 1,80 m, dependiendo de los muebles que haya debajo. Si es una composición simétrica, como la de la imagen, la medición debe ser milimétrica. En estos casos, la separación entre los cuadros no debe ser mayor a unos 6 cm, para que cree un efecto de perfecto orden y alineamiento.

Incluso, en composiciones de cuadros aparentemente aleatorias, todo tiene su razón de ser: el espacio entre los cuadros debe ser el mismo y también deben estar alineados ya sea por arriba o por abajo.

Desde Decoratrix, siempre recomendamos darles a las paredes la importancia que se merecen. El gran potencial decorativo de las paredes es inmenso y no debe desperdiciarse.

Fotos. Decoratrix y Unplash