Cocina abierta con isla central para delimitar los ambientes
Cierto es que una cocina abierta con isla tiene siempre un encanto especial. Además de ser una opción ideal para conseguir ambientes visualmente más amplios y desahogados, esta distribución permite disfrutar de la compañía de amigos y familiares mientras se cocina. Precisamente este objetivo centró el proyecto de reforma de una vivienda de 122 m2 en Taiwán, obra del estudio House Design.
Atendiendo a uno de los pasatiempos del anfitrión, cocinar para su familia, salón, comedor y cocina se integraron en el mismo espacio, un lugar que se ha convertido en el centro de reunión de la familia. Mientras uno cocina, otros ven la tele o charlan en perfecta comunicación, algo que no existiría si los espacios se independizaran con tabiques.
La cocina se decoró con muebles en dos colores diferentes. Los armarios superiores se escogieron en blanco y los inferiores, en madera clara. Los frentes, lisos y con tiradores rectos, son perfectos para decoraciones de estilo contemporáneo. Los azulejos que revisten el frente de trabajo se eligieron de color verde para dar un toque moderno y desenfadado a la cocina.
La cocina, que está abierta al salón, se separó con una isla que hace las veces de barra de desayunos. Se trata de un elemento de transición que puede ser usado tanto en la cocina como en el salón. Este tipo de distribución está pensado para estancias amplias, con suficiente espacio para moverse cómodamente. Lo más apropiado es que esté separada, al menos, un metro de los diferentes elementos que tenga a su alrededor. En el recibidor, una estructura tubular de suelo a techo separa este ambiente de la zona de estar del salón sin restar superficie ni espacio visual. Fotografías: Hey! Cheese.