Decoratrix

Una buhardilla para compartir en familia

Publicado en Casas - Áticos y buhardillas por Cova Pendones

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Muchas casas unifamiliares tienen un bajotejado o buhardilla que pasa años esperando pacientemente una reforma a gusto de padres e hijos (y casi siempre, por el presupuesto adecuado). En Decoratrix hemos sacado buhardillas de este tipo convertidas en suites para los padres, pero en esta ocasión os enseñamos cómo esta familia tomó una decisión democrática y distribuyó el espacio para uso y disfrute de todos sus miembros.

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Con un techo a dos aguas, el hueco de la escalera y las vigas de obra dividen simétricamente la amplia planta de 50 m² en dos espacios bien delimitados. Uno de ellos se destinó a sala de estar para los pequeños, con todo lo que necesitan para pasar la tarde viendo películas, jugando o estudiando.

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Incluso, eventualmente, esta zona se convierte en cuarto de invitados ya que el sofá se puede convertir en cama. La mayoría de los muebles se compraron en Ikea.

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A pesar de ser niños los ocupantes del espacio, sus padres no temieron elegir el color blanco para los muebles, e incluso la alfombra, y potenciar aún más la intensa luz que entra por los ventanales triangulares.

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El amplio espacio permitió colocar una mesita con banco de jardín, que sirve de escritorio y mesa de trabajo. Cajas y cajones distribuidos en las esquinas permiten tener los trastos infantiles en orden moderado.

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En la zona de los padres, se prescindió de la tele y se colocó el sofá hacia el ventanal, donde la vista es mucho más espectacular que cualquier película de Hollywood. Todo el suelo de la buhardilla se pavimentó con losetas de porcelánico gris brillante, que unifica ambos ambientes.

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También en esta zona se mantuvieron las mismas claves decorativas: muebles blancos y toques de rojo en alfombra y complementos. En lugar de un segundo sofá, se colocaron dos pufs que hacen también las veces de reposapiés. Así, los inteligentes padres convirtieron un bajotejado abandonado a su suerte, en un espacio lúdico para los niños, sin renunciar ellos a su trocito de cielo. Fotos: Decoratrix.