Apartamento moderno y luminoso, en Varsovia
El equipo de Widawscy Studio Architektury se encargó de la reforma y decoración de este coqueto y juvenil apartamento, ubicado en la capital de Polonia. Sus propietarios decidieron modificar la distribución original para lograr un espacio diáfano, que integrara el salón, el comedor, la cocina y el recibidor. Las obras consistieron en eliminar los tabiques, salvo un pilar maestro, que separa este espacio multifuncional de la entrada a la casa.
En este espacio diáfano se centraliza la vida familiar. Para su decoración, se apostó por una estética colorista y juvenil. Se partió de una base neutra, con muebles y revestimientos blancos, a la que después se añadieron pinceladas grises, amarillas y azules. La madera, presente en el pavimento y parte del mobiliario de cocina, aporta la nota de calidez. El toque de estilo y personalidad se consiguió con dos papeles diseñados específicamente para este apartamento: el modelo de rayas milticolor que decora la pared del televisor y el de letras impresas utilizado en la cocina. Con la nueva distribución se circula cómodamente por el comedor, el salón (donde se creó, además, una zona de trabajo) y la cocina.
En el comedor, la mesa de madera, de estilo clásico, se acompañó con una réplica de las sillas Panton de Vitra, tres lámparas modernitas, súper divertidas, en los colores de la decoración, y una lámina estilo Pop Art Comic. El color blanco unifica este atractiva mezcla de estilos.
La isla, ubicada en el centro, sirve de elemento de transición entre la zona de estar y la de cocción. El diseño de los muebles de cocina fue un acierto, ya que desde el salón lo que se ve es un espacio moderno y divertido.
En el dormitorio principal, a diferencia del resto de la casa, se prescindió de colores fuertes. Con la decoración, en suaves tonalidades blancas y grises, se buscó crear un ambiente sereno y relajante que favoreciera el descanso. La pared del cabecero se decoró con un elegante papel pintado con estampado floral tornasolado.
Vuelta al color y a la decoración vitalista en la habitación del niño. Las paredes blancas se alternaron con un frente pintado en azul y otro decorado con un papel infantil, con dibujos de coches y camiones, en la misma línea que la ropa de cama. Los muebles y complementos, de Ikea, también alternan amarillos, verdes y azules.
El cuarto de baño, muy sencillito: un mueble de lavabo volado, en color blanco, pequeño pero funcional; una luna sin marco para ampliar visualmente el espacio; azulejos verdes, gresite multicolor y papel vinílico. Fotografías: Lukasz Kozyra