Un apartamento de alquiler para vacaciones en la capital de Hungría
Cuando se trata de decorar un apartamento de alquiler para vacaciones, además de perseguir ambientes cómodos y funcionales –como en cualquier vivienda habitual–, no está de más poner en práctica ideas y soluciones para recrear una estética cuidada y atractiva, que se adapte a gustos y estilos de vida diferentes, en un alojamiento donde los huéspedes disfruten de una estancia memorable. Con este objetivo, el equipo de Position Collective diseñó este apartamento, localizado en Budapest.
En un espacio pequeño y sencillo, de planta estrecha y alargada, se ubicó todo lo que un turista necesita para sentirse cómodo: un dormitorio con zona de armarios, la cocina y un rincón de comedor y un cuarto de baño. ¿Para qué más? Maderas claras, acabados en blanco, revestimientos lisos en tonos neutros y poco muebles -nada de piezas innecesarias- caracterizan este proyecto de decoración.
Para dar más sensación de espacio y luz, se optó por el blanco y la madera clara en muebles y carpintería y un gris suave para paredes y suelo. Recuerda que la uniformidad de materiales es clave para conseguir amplitud visual. El dormitorio está abierto al comedor, no hay vidrio ni ventana que lo separe, pero independizado gracias a una red y a la altura donde se encuentra. Como en el apartamento había muy pocas zonas de almacenaje, el dormitorio se elevó unos centímetros para contar con un espacio extra, siempre necesario, sobre todo en pisos tan pequeños.
La cocina se ubicó en la zona más espaciosa y luminosa del apartamento, junto a un pequeño balcón. Tanto la puerta como las ventanas se dejaron sin vestir para permitir el paso de la luz natural hasta el dormitorio. Con una distribución lineal de los muebles y electrodomésticos, el frente contrario se reservó para crear una zona de comedor, con una mesa redonda y tres sillas.
La pared que comparten el dormitorio y la cocina se revistió por completo de madera clara -en el mismo acabado que el resto de la carpintería del apartamento- y se le consiguió sacar todo su potencial de almacenaje con una serie de baldas a diferentes alturas. La originalidad de este sistema de almacenaje es que permite jugar con la ubicación de los estantes en función de las necesidades de cada uno.
El cuarto de baño se revistió por completo con cerámica blanca, a la que se le quiso contrastar con una lechada de color negro. Vía: Contemporist.