Un salón... perdón, una cocina en blanco y negro
Moderna y minimalista. Lejos de apostar por materiales y colores cálidos que hicieran más acogedora la estancia, en esta cocina, diseñada por el equipo de Jovo Bozhinovski, se jugó con el marcado contraste entre el blanco y el negro para conseguir un efecto espectacular. Ni una pincelada en otro tono. Los muebles se escogieron en fibra de vidrio y MDF en laca brillante, con frentes lisos y sin tiradores. El resultado, un ambiente equilibrado, elegante, con un puntito de sofisticación que hacen sospechar que aquí se cocina poco.
La zona más luminosa de la cocina, junto a las dos ventanas de tejado, se reservó para situar el comedor de diario. Una mesa transparente, adosada a la pared, se acompañó de seis sillas Panton de Vitra, en color negro.
¿Es posible que un frigorífico side by side con dispensador de agua empotrado en una puerta y minibar en la otra pase inadvertido? Los electrodomésticos, en negro brillante, se concentraron en el mismo frente y se combinaron con armarios en el mismo color y acabado para que quedaran totalmente integrados en la decoración. La iluminación se resolvió con un sistema de versátil y regulable: rieles con focos, en negro (de qué color si no).