Un piso de 55 metros cuadrados bien aprovechados
Un fondo neutro y espacios abiertos que transmitieran amplitud fue la idea de partida en este apartamento de 55 m², por definición, una vivienda de dimensiones reducidas. Y se logró. Sin duda, la sensación que se experimenta es de amplitud y total desahogo. Colores claros, muebles prácticos y bien distribuidos, habitaciones unidas para crear un solo ambiente... ¿Quieres conocer las claves para ganar espacio?
Cocina, salón y dormitorio
Tres ambientes que comparten el mismo espacio. Una península independiza la cocina de la zona de estar, y el respaldo del sofá separa el salón del dormitorio. Cuando te enfrentes a la distribución de una habitación, lo primero que debes hacer es fijarte bien en los elementos permanentes (puertas, ventanas, radiadores, puntos de luz, etc.), que te darán las pautas para organizar los muebles. Además conviene tener en cuenta la orientación de cada habitación, para saber si recibe sol de mañana o de tarde, y así colocar los muebles dependiendo de la luz natural que recibe. Es importante no colocar muebles que obstruyan la circulación del aire.
Rincón de trabajo
En el dormitorio, junto a la entrada de luz natural, se creó un pequeño rincón de trabajo, con una silla de madera y cuero y una librería con mesa abatible. Así cuando no se utiliza, se cierra y no obstaculiza el paso.
Dormitorio en blanco y azul
Cuenta con el cuarto de baño integrado. Para agrandar visualmente el espacio, se recurrió a revestir las puertas correderas del armario con espejo. Esta solución y el uso de colores suaves conforman un ambiente luminoso, fresco y muy sereno.
Con planta regular y 55 m²
Este apartamento, prácticamente diáfano, cuenta con tres zonas bien diferenciadas: la cocina, que se ubicó junto a la entrada a la vivienda; el salón, con zona de estar y comedor, en el centro del espacio; y el dormitorio, con rincón de trabajo y cuarto de baño, se colocó en la zona que queda detrás del respaldo del sofá. Vía: Casa Abril.