Ojalá, un restaurante en Madrid con aires surferos ¡Aquí sí hay playa!
La capital abre su primer chiringuito surfero: Ojalá, un restaurante en Madrid, punto de encuentro donde desayunar hasta tarde, reponer fuerzas o tomar una copa. «Ojalá es una playa, o más bien el porche de una casa construida en la misma arena de una playa». Así define Andrés Jaque su último proyecto para el restaurante madrileño. Las olas llegan al barrio más castizo y cool.
Estamos en un local único. En él, nos encontramos sorpresas como un jardín suspendido, un invernadero de varillas de paraguas, una casita-mini-bar, un baño homenaje al Smile de los Beach Boys... En el corazón del madrileño barrio de Malasaña se ubica Ojalá, un restaurante que nació hace diez años como un espacio rompedor y que hoy, con una nueva imagen y una nueva carta, creada por el chef Javier Brichetto, se reinventa para seguir adelantándose a los tiempos.
La nueva carta de Ojalá es ecléctica e internacional. «Durante todo el día, puedes encontrar unos fabulosos brunch, con un lugar especial para los huevos, pero también tostadas, tartas o pastelería artesanal para completar la oferta de desayunos», desvela el prestigioso chef. Para descubrir los sabores del mundo, Ojalá propone un recorrido por todos los continentes en cada uno de sus platos: bocadillos, sándwiches, tacos, antipasto, ensaladas, hamburguesas, gazpachos o wraps.
Al entrar, nos da la bienvenida el constructivismo arquitectónico. En lo que fue el bar, la barra se ha convertido en una gran mesa de madera que ocupa casi todo el espacio. En torno a ella se sientan los visitantes y trabajan los camareros. Tonos aguamarina en paredes y techos, combinados con detalles en naranja fluorescente en algunas de las piezas decorativas... Son colores frescos, de verano, ellos dan luz a este «chiringuito playero». Como contrapunto, el color natural de la madera en la gran mesa-barra y los coloristas grifos de bebidas.
Junto a esta zona, en la otra entrada de Ojalá, un sorprendente espacio al que han bautizado como «invernadero» hace las veces de terraza interior o de porche. El jardín –suspendido del techo en unas macetas-lámpara ideadas por el equipo de Andrés Jaque– intenta robar protagonismo a las mesas de terrazo diseñadas para Ojalá y a unas sillas de hierro descubiertas en el Rastro de Madrid.
Bajando la escalera, llegamos a la playa. Con casi una tonelada de arena blanca de Almería, esta es la zona más relajada e inspiradora del nuevo Ojalá. El mobiliario es un reflejo de la vida de la costa: sofás bajos que invitan a tumbarse, mesas constructivistas y como elemento principal, un bar de madera que recuerda a las tradicionales casetas de playa.
Arena, madera, metal, pero también un tributo musical. El baño se ha concebido como un homenaje al disco Smile de los Beach Boys, ese disco en el que los miembros del mítico grupo californiano se volvieron «malos». Sobre un techo original hecho a diferentes alturas, preside el espacio un enorme collage de artista hecho a partir de fotos de los chicos de Hawthorne. Si hay un elemento característico en toda la decoración del nuevo Ojalá, son las lámparas pensadas, diseñadas y fabricadas por el estudio de arquitectos para este espacio: coloristas, psicodélicas, artesanales... inspiradas en la misma estética de los muebles y, a partir de los mismos materiales. ¡Aquí sí hay playa! Restaurante Ojalá San Andrés 1. Tel. 915 232 747