El microcemento, el nuevo lujo silencioso
¿Qué es el lujo silencioso?
Es la nueva tendencia en moda que también llega al interiorismo. Básicamente se trata de primar la calidad y discreción frente a la ostentación de marcas, estampados o brillos. El aspecto natural y sobrio del microcemento, ligeramente irregular e imperfecto, es ideal para crear ambientes minimalistas, elegantes y sofisticados, alejados de los excesos y la ornamentación. Gracias a esta virtud y a sus cualidades matéricas, el microcemento se puede utilizar prácticamente en cualquier tipología de estancia: salones, dormitorios, baños, cocinas e, incluso, exteriores, como lo demuestran estas imágenes, cedidas por Luxury Concrete, especialistas en una gran variedad de microcementos en función del espacio y acabados que se deseen.
Origen industrial del microcemento
A finales del siglo XX, el estilo industrial tuvo un inusitado auge en connivencia con las nuevas formas habitacionales, en especial, las viviendas tipo loft, inspiradas en los almacenes y naves industriales neoyorquinas de los años 50, reconvertidas en magníficos apartamentos, de techos altos, estructuras vistas, paredes de ladrillo y, sobre todo, espacios diáfanos.
Otra de sus características más destacables fue la utilización de pavimento continuo tipo cemento, con el que originalmente estaban hechos los solados. En las nuevas versiones, se empezó a utilizar cemento pulido, microcemento y otros materiales similares, que daban uniformidad y continuidad al espacio y le aportaban ese toque brutalista e industrial tan apreciado.
De todos estos acabados, ha sido el microcemento el que más y mejor ha llevado el peso de los años, ya que ha sobrevivido al estilo industrial instaurándose, con total autoridad, en otros estilos como el mediterráneo o el minimalista. Y es que el tiempo le ha dado la razón. Pero ¿cuáles han sido las claves de su éxito? Sin duda, su belleza imperfecta, su fácil mantenimiento e instalación, y su durabilidad.
Qué es el microcemento
Como su nombre indica, el microcemento tiene una base de cemento a la que se le añaden resinas, áridos (arenas, roca o vidrio granulados), aditivos y pigmentos. El resultado es una pasta compacta, que se puede extender sobre prácticamente cualquier superficie. Con apenas tres milímetros de espesor, se puede utilizar en paredes, suelos y techos, creando una textura con cierto relieve, pero sin juntas. Además, se puede aplicar sobre otras superficies preexistentes, como cerámica, azulejos, mármol, hormigón, gres, terrazo, yeso, Pladur y aglomerados.
De ahí deriva una de las claves de su éxito, pues no se requiere una gran obra, aunque sí es preciso tener en cuenta el estado previo de la superficie, sobre todo, que esté limpia y, en el caso del suelo, nivelado.
Además de su instalación, el microcemento tiene otras particularidades muy interesantes como su variedad de colores, a base de pigmentos orgánicos, con los cuales se consiguen hermosas tonalidades únicas, todas ellas muy naturales. Esto también es otra ventaja, porque a diferencia de los emplatecidos que requieren de pintura posterior, con el microcemento se realizan las dos acciones a la vez: revestimiento y pintura en una sola mano.
La aplicación, la base del éxito
El microcemento es un material orgánico que puede experimentar variaciones en función de su composición. Por eso se recomienda que sea aplicado por manos expertas, que conocen a fondo el material y la superficie donde se va a aplicar. En cualquier caso, es importante que la superficie esté esta limpia, libre de grasa, polvo y, sobre todo, de humedad.
A continuación, se suele dar una imprimación o puente de unión y colocar una malla de fibra de vidrio, para facilitar la adherencia del microcemento base con la superficie.
El tercer paso es aplicar dos capas de microcemento base o de preparación, que tiene una textura de grano más grueso y favorece la adherencia sobre cualquier tipo de soporte.
Finalmente, se aplican dos capas de microcemento de terminación, que será el que dé la textura final a la superficie, en función de los movimientos de la llana (más liso, más rasgado, en diferentes direcciones, etc.).
A partir de aquí, se debe dejar secar 24-48 horas y se procederá a su lijado. Opcionalmente se puede aplicar una mano de barniz sellador, para proteger la superficie.
Otras ventajas del midrocemento
Impermeabilidad: La mayoría de los microcementos resisten el agua y la humedad y, por ello, son aptos para revestir las zonas de cocina y baño, aunque siempre es conveniente aplicar una capa de barniz si se va a poner en estas zonas. Aún así, la impermeabilidad depende en gran medida de las características y calidad del microcemento.
Antideslizante: algunas marcas incluyen, además, microcementos especialmente antideslizantes, cualidad absolutamente necesaria en zonas húmedas como cocinas, baños o piscinas.
Para exterior: El microcemento resiste a los rayos UV, a la lluvia, al tránsito elevado y al desgaste por abrasión.
Durabilidad: El microcemento tiene una gran durabilidad y, si se mantiene adecuadamente, resiste el paso de los años sin deteriorarse. Para llevarlo a cabo adecuadamente, es suficiente con una limpieza frecuente con un detergente neutro.
Adaptado a todos los estilos
Como comentamos al inicio, el microcemento fue un material top en el estilo industrial que tuvo su auge a finales de siglo XX. No obstante, su uso se ha ido extendiendo prácticamente en cualquier propuesta estética. En especial en los últimos años, donde una corriente orgánica, naturalista y mediterránea ha conquistado el alma de los interioristas.
Al ser un material orgánico, con una belleza natural e imperfecta, ya que ninguna superficie es igual que otra, el microcemento se ha convertido en un mortero de uso extendido en las decoraciones actuales. En ambientes minimalistas, en espacios de estilo japandi, en proyectos brutalistas, incluso, en decoraciones rústicas… es imposible resistirse al encanto y la atmósfera de calidez que se puede crear con el microcemento.
